Primero clasificarse para octavos y después, si se puede, evitar el cruce de octavos de final con España. Ese es el objetivo de los componentes del grupo G de este Mundial de Alemania, en el que Francia podría volver a repetir el fiasco de hace cuatro años en Corea y Japón y quedar eliminada en la primera fase.

En los últimos años la selección francesa de fútbol se había acostumbrado a poner su futuro en manos de Zinedine Zidane, pero hoy será el jugador el que deposite su suerte en la selección. Zizou no tendrá mucho tiempo de celebrar su 34 cumpleaños, porque estará pendiente de si sus compañeros logran un resultado suficiente para pasar a octavos y él pueda estirar un poco su carrera internacional. El centrocampista galo no estará en el campo por dos tarjetas amarillas que mantienen su futuro más inmediato lejos de su control. Su pastel de cumpleaños estará en la nevera hasta que el fútbol dicte sentencia.

Los franceses más optimistas comparan la situación actual con la de 1998, cuando Zidane se perdió dos partidos por una sanción pero volvió para dar el trofeo a los bleus en la final contra Brasil. Los más pesimistas se acuerdan del 2002, cuando un lesionado Zizou vio como sus colegas dilapidaban el crédito ganado durante años. Para evitar una eliminación prematura, Francia sabe que tiene un motivo suplementario para vencer por dos goles de diferencia a Togo en el estadio de Colonia. No sólo para seguir vivos en la competición, optar al título final y borrar los malos recuerdos del 2002. Además deben ganar para dar el mejor regalo de cumpleaños a Zidane, un epílogo acorde a su .

El seleccionador Raymond Domenech introducirá pocos cambios y apostará por David Trezeguet en el lugar del astro francés, ya que están obligados a superar a Togo por dos goles.

Llenos de dudas, acosados por las críticas de la prensa y del público francés, en manos de una selección de veteranos que no han mostrado una gran frescura física, los franceses deben lograr al menos dos tantos, el doble de los que han conseguido en sus últimos cinco partidos mundialistas.

Por su parte, Togo sólo espera poder despedirse de este Mundial con un buen sabor de boca y, si pueden, dando la sorpresa.

SER O NO SER En el otro partido del grupo, Corea del Sur tiene la posibilidad de seguir la senda de su participación en el Mundial del 2002, en el que fue semifinalista, mientras que Suiza pretende poner los cimientos de un equipo que le permita brillar en la Eurocopa del 2008, en la que será organizador junto a Austria.

El vencedor del partido se garantizará el pase a octavos de final y, en caso de empate, los europeos seguirán en la competición y los asiáticos tendrán que estar pendientes de lo que Francia haga contra Togo. El grupo G, apretado hasta el último minuto, puede verse resuelto con un sorteo.

Suiza es quien mejor lo tiene, porque un empate le garantiza estar en la siguiente ronda, aunque una victoria le otorgaría la primera plaza del grupo y evitaría a España. Los asiáticos están convencidos de que los suizos no saldrán a buscar la victoria y esperan dar la sorpresa.