El Real Madrid comenzó ayer la segunda fase de su gira por Asia con un espectacular recibimiento en el ultramoderno estadio del Tokyo Dome, donde acudieron 45.000 aficionados a ver un suave ensayo que dirigió Carlos Queiroz. Es un estadio cubierto de béisbol, donde juegan habitualmente los Giants y los Fighters, dos clubes de la ciudad, que cedieron hoy su espacio al fútbol, durante algo más de hora y media.

El Real Madrid aterrizó en Japón con 1.000 hinchas en el aeropuerto de Narita. El club sigue su exhibición. Dio un salto de Pekín a Tokio y pasó casi todo el día de viaje. A las tres horas de vuelo, se sumó las distancias entre ciudad y aeropuertos, con lo que al final el Real Madrid pasó una jornada de transición, sin descanso, a la espera del partido del próximo martes.

La capacidad del Tokyo Dome es de 50.000 espectadores. Es un recinto funcional y cómodo. Los baños son de mármol, existe una exquisita limpieza y en las tripas del estadio existen todas las franquicias del mundo para el disfrute del aficionado. En la grada, la gente iba ataviada con sus correspondientes camisetas oficiales del Real Madrid. Unas camisetas de verdad, de pago, que cuestan en las tiendas japonesas unos 100 euros, cifra superior al precio que valen en España. La situación contrasta con el pirateo que existe en China, donde funciona el mercado negro de estas prendas deportivas, que se pueden encontrar por cuatro euros.

La fiebre de Beckham tuvo un nuevo episodio en Tokio. El entrenamiento fue televisado en directo por una televisión en abierto y se transmitía al mismo tiempo en circuito cerrado a través de las grandes pantallas que se encuentran en la grada y por las innumerables televisiones que hay en los vomitorios de acceso a la grada. El locutor que transmitía el ensayo se exhibió sin rubor con una camiseta de Beckham, que fue aplaudido cada vez que tocaba el balón.

FIGO Y EL DISFRUTE

En Asia, todo lo que se asocia al Real Madrid es estratosférico. Las salas de prensa son descomunales y los jugadores se asoman a salones de hoteles inmensos, de esos en los que se celebran bodas o convenciones, con más de 400 periodistas ávidos de preguntar cualquier intimidad de los madridistas.

Luis Figo, en plena racha de buen juego, mandó a los habitantes de Tokio un mensaje de agradecimiento: "venimos con toda la ilusión del mundo a jugar en Tokio, a mostrar todo lo que llevamos dentro ante una gente que no puede estar todos los domingos en el Bernabéu y que se merece como cualquier otro aficionado poder ver a este equipo en directo".

Para el jugador portugués, quien el sábado fue elegido como mejor jugador del partido en Pekín, "sólo estamos a principios de temporada y aún es pronto para calibrar nuestro estado de forma, ahora precisamente estamos intentando coger el tono adecuado".

Para él, esta pretemporada es diferente. "Vamos a un ritmo distinto al de otros años. Habitualmente trabajamos más el lado físico, sin saltos de país a país para jugar amistosos, pero lo cierto es que tenemos que adaptarnos a la gente que nos apoya en Asia de esta forma tan impresionante", indicó.

EL GRAN PROTAGONISTA

David Beckham sigue acaparando portadas. Da igual el contenido de las revistas. Lo mismo sale en la prensa deportiva, que en la política, que en la económica o bien en revistas femeninas locales que compiten con Elle, Cosmopolitan o Marie Claire.

Beckham arrastra un ejército de periodistas a su lado. Ingleses, japoneses y chinos. Luego, cuando le toca hablar, puede más el foro, la atmósfera que existe alrededor de él, que realmente el contenido de sus afirmaciones, que suelen ser demasiado planas. Ayer habló de la ilusión que le proporcionaba jugar para los niños de Japón. "Personalmente me siento muy feliz de poder brindar una buena tarde de fútbol a los críos de Japón. Jugar al lado de estos jugadores tan maravillosos es un placer", dijo Beckham.

"Queremos mantener el mismo ritmo que el día de nuestra presentación oficial en Pekín. Ojalá repitamos el mismo nivel de juego de ayer", señaló Beckham, quien respondió a la prensa de Tokio, que no ha podido hablarles a sus nuevos compañeros de lo bien que le pasó la última vez que estuvo en Japón porque aún no maneja el vocabulario suficiente como para expresarles esa satisfacción que siente cada vez que visita Japón.

"La adaptación al equipo está siendo muy buena para mí, me están ayudando todos los compañeros y la verdad es que me encuentro muy feliz en esta plantilla repleta de jugadores maravillosos", apostilló Beckham.

IKER, ENCANTADO

Iker Casillas, por su parte, reiteró que se encontraba "encantado de estar en Tokio": "Vinimos ya en su día para jugar la Copa Intercontinental y ahora regresamos para intentar que se quede la gente con un buen recuerdo de nuestra gira".

El portero lanzó un mensaje de apoyo y admiración hacia Raúl como icono de la cantera del club, una faceta que, según él, nunca se debe descuidar. "Raúl es para todos los chicos que venimos de abajo nuestro gran referente. El es el espejo donde nos fijamos todos y más aún los chicos que están en las categorías inferiores. Raúl lo es todo para el Real Madrid. Ofrece a este equipo un carácter que siempre fue el argumento más importante de la historia de este equipo. Su presencia siempre es tan importante", señaló Casillas.

El Real Madrid se aloja en el lujoso hotel Four Seasons, en Tokio, un recinto que también recibe la presencia de cientos de curiosos en sus alrededores.

Por otra parte, Miñambres, superado ya su problema muscular, se entrenó al mismo ritmo que los demás compañeros.