El histórico club toledano, que hace pocos años disfrutó incluso del lujo de disfrutar de la Segunda División, está intentando remontar el vuelo después de caer en picado hace varias temporadas. El objetivo está claro: subir a Segunda División B, entre otras cosas porque su rival tradicional y provincial, el Talavera, está en la categoría de bronce aparentemente asentado. Su entrenador es Antonio Iriondo y su plantilla no es excesivamente costosa, ya que tampoco hay mucho dinero del que disponer. Varios de los jugadores claves, como Romero o Moreira, no podrán estar en los partidos ante el Cerro de Reyes. Su máximo goleador es Retamán, con el meta Yuste como otro de sus exponentes. En Toledo pocos creen en el ascenso, pese a las urgencias históricas: el fútbol que ha desplegado no ha gustado a casi nadie, según se asegura desde la mayoría de los medios informativos que han seguido la trayectoria de los toledanos.