MALLORCA 1: Miki; Cortés, Niño, Lussenhoff, Poli; Campano, Marcos, Colsa, Toni González (Nené, min. 69); Eto´o y Bruggink (Ligüera, min. 80).

SEVILLA 1: Notario; Daniel, Pablo Alfaro, Navarro, David; Gallardo (Marcos Vales, min. 69), Martí, Casquero, Luis Gil; Reyes (Antoñito, min. 46) y Darío Silva (Carlos, min. 85).

GOLES: 0-1, min. 17: Darío Silva; 1-1, min. 39: Bruggink.

ARBITRO: Teixera Vitienes, cántabro. Amonestó a Cortés, Niño, Lussenhoff, Poli; y a Alves, Darío Silva, Casquero del Sevilla.

El Sevilla le sigue creando problemas al Mallorca en Son Moix --había ganado en sus dos últimas visitas-- y arrancó un valioso empate 1-1 con goles marcados en la primera parte por el uruguayo Darío Silva y el holandés Bruggink.

El orden, la fortaleza y la tremenda llegada sevillista en los últimos metros fueron un problema insoluble para los rojillos durante muchas fases del partido, todo ello agravado por el gol de Darío Silva (min. 17), y la sensación preocupante de que el equipo no era el de otras tardes.

Colsa, que ante el Zaragoza fue el motor mallorquinista, empezó muy dubitativo y nadie fue capaz de asumir la responsabilidad en la zona ancha. El holandés Bruggink se desesperaba arriba ante la soledad a la que estaba condenado y el propio Eto´o retrocedió varios metros su posición para subir él mismo el balón, pero así y todo, el Mallorca tardó 30 minutos en disparar ante la portería de Notario.

El Sevilla se recreó ante la plácida tarde que estaba teniendo en la Isla y dispuso de varias ocasiones para aumentar el marcador, como en el minuto 24 cuando Casquero estrelló en el palo un balón cedido por Darío Silva.

El gol balear fue tan inesperado como bello. Bruggink lo hizo todo, ya que sacó una falta muy dudosa a la zaga -entró en plancha- y con su disparo de rosca con la derecha dejó a Notario clavado en el piso.

Fue lo mejor que le podía pasar al Mallorca, porque afrontó la segunda parte con un talante muy distinto. Colsa, Marcos y Campano tuvieron más presencia en el juego, lo que se tradujo en un incremento de las acciones ofensivas. Pero los remates no tuvieron éxito final.