El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, dijo ayer en la clausura de la III Conferencia Mundial contra el Dopaje que ésta "ha cumplido los objetivos", para tener tras ella una Agencia Mundial "más fuerte y renovada", y que desde ayer "el nombre de Madrid estará unido al juego limpio"

Lissavetzky resaltó los avances conseguidos durante los tres días de la Conferencia, como la revisión del Código Mundial, insistió en la necesidad de implicación de los gobiernos en la lucha contra el dopaje y abogó por un trabajo futuro, con más democracia dentro de la AMA, más proximidad entre los países y un mayor enfoque social.

"La Declaración de Madrid será utilizada en muchos lugares. En la inauguración dije que Madrid quería ser escenario del compromiso y capital del juego limpio estos días y lo ha sido. Dije que la conferencia tenía retos y oportunidades y que la AMA tenía que salir más fuerte y renovada", señaló.

Lissavetzy, que tuvo palabras de agradecimiento para todos los participantes y especialmente para Javier Odriozola, subdirector para acontecimientos deportivos internacionales del Consejo Superior de Deportes, indicó que la Conferencia ha permitido "una magnífica revisión del Código Mundial", al que "a partir de ahora van a estar sujetos todos los deportes, todos los deportistas y los países".

"Ese es quizá el gran éxito. La AMA lanza un mensaje serio y riguroso de una política de tolerancia cero, que intenta avanzar con las máximas garantías, con seguridad jurídica y con el respeto a la intimidad de los deportistas", añadió.

El secretario de Estado se refirió también al futuro de la agencia y de la lucha contra el dopaje, que "no ha llegado a una estación de término" y debe recorrer mucho más camino, en el que "el debate va a continuar y va a ser permanente", para "consolidar este proyecto con gran intensidad". "Creo que hemos cumplido las expectativas y los objetivos planteados desde el principio y tendremos una AMA más fuerte y renovada", finalizó.