La victoria de Fernando Alonso y el doblete conseguido por Mclaren-Mercedes en el Gran Premio de Malasia, que ha situado al asturiano de nuevo al frente de la clasificación del mundial de pilotos, deja pensar que su tercer título mundial consecutivo es posible, aunque nada fácil.

MAL PRESAGIO La competitividad mostrada por los Ferrari del finlandés Kimi Kovalainen y el brasileño Felipe Massa, sobre todo en el circuito de Bahrein donde se realizaron los últimos entrenamientos invernales, donde la próxima semana se disputará la tercera prueba del mundial, y la superioridad exhibida hace tres semana en la primera prueba del mundial en Australia, no hacían presagiar que Alonso saliera líder de Malasia.

Sin embargo, el cambio del escenario ha sido radical entre la primera y la segunda prueba del mundial. Australia es territorio Ferrari, ha ganado seis de las nueve últimas pruebas disputadas, ya allí los neumáticos Bridgestone siempre han contado con una importante ventaja.

Sin embargo desde Australia hasta Bahrein, en el equipo Mclaren han avanzado en el comportamiento de los neumáticos, gracias a las pruebas realizadas la semana anterior en el mismo circuito de Sepang y es difícil de evaluar lo que ha supuesto para Ferrari el tener que suprimir el sospechoso muelle que sujetaba el fondo plano, sustituido por un taco de goma. Pero no menos importante ha sido la introducción de un nuevo sistema de frenado que hace que los discos trabajen mejor en frío.