Caso resuelto. La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha absuelto a Chris Froome, cuatro veces ganador del Tour, una de la Vuelta y otra del Giro, de su presunto dopaje por salbutamol (el fármaco que se inhala con el ventolín, que no está prohibido hasta un nivel y que sirve para combatir el asma) en la ronda española del 2017. El británico del Sky puede correr el Tour, que empieza el sábado, sin problemas.

«Me siento agradecido y aliviado. Han sido nueve meses emotivos. Gracias a todos los que han creído en mí y me han apoyado». Así fue la inmediata respuesta de Froome a los pocos minutos de que la UCI comunicaba que cerraba el caso, que no había dopaje y que por lo tanto la carrera deportiva del líder del Sky no está amenazada y ninguna de sus victorias (los triunfos en la Vuelta y el Giro más la medalla en el Mundial de contrarreloj del año pasado) están en riesgo. Froome podía ser castigado con dos años de sanción, lo que habría supuesto el punto y final a su carrera deportiva y un mazazo para él.

Curiosamente, cuando el asunto parecía estancado y que podía alargarse unos cuantos meses más, en 24 horas ha quedado resuelto. El domingo el Tour comunicó que no lo admitía, en lo que parecía más una jugada de cara a la galería que una exclusión con todas las de la ley.