Ucrania y Túnez se enfrentarán por primera vez en su historia y nunca un partido sin precedentes estuvo revestido de tanta trascendencia: el perdedor se va a casa, el que gane pasa a octavos y un empate sólo aprovecha a los ucranianos.

Dirigida por el legendario Oleg Blokhin, Ucrania, debutante en un Mundial, puso el marcador a cero cuando, en su segundo partido, goleó 4-0 a Arabia Saudí, borrando la pésima imagen que había dejado al perder por igual resultado ante España.

Túnez, dirigida por el francés Roger Lemerre, se enfrenta a la oportunidad de superar la primera fase de un Mundial por vez primera en cuatro intentos y, en su caso, no sirve el empate. Necesita ganar, no importa cual sea la diferencia.

CONTRASTE El estado de ánimo con que los dos equipos afrontan el choque es bien distinto. Túnez cayó ante España tras ir ganando gran parte del choque (3-1). Lemerre trabajó en los aspectos físico, táctico y psicológico para evitar que se repita la situación. Se ratifica en su sistema táctico de 4-5-1, que considera correcto, pero le preocupan los fallos de concentración de su defensa, que originan goles oportunistas como el de Raúl.

En el campo ucraniano la moral es alta. Los jugadores, que no olvidan su pésimo debut pese la posterior goleada a los árabes, calculan que las posibilidades de clasificación se reparten en un 60 por ciento para ellos y un 40 para Túnez. Son cálculos de Andriy Voronin, jugador del Bayer Leverkusen. Además, Andreiy Shevchenko logró su primer gol contra Arabia y su juego empieza a emitir destellos de su clase, aunque no esté del todo recuperado de una lesión.