Una semana, no más. Es el tiempo en el que se despejará el futuro de Fernando Alonso. El bicampeón del mundo tiene firmado un precontrato con BMW que expira el día 14, el próximo domingo. Antes de esa fecha, debe aceptar o no. En caso afirmativo, Alonso será piloto BMW para las tres próximas temporadas y en la primera de ellas con Robert Kubica como compañero, ya que el equipo ha ejecutado la cláusula de renovación automática de una temporada más sobre el polaco sin perjuicio de que la negociación para ampliar ese contrato más temporadas llegue a buen puerto.

El día de la contestación de Alonso a BMW no está fijada al azar. Esa semana se celebra el GP de Italia, fecha en la que Luca Cordero de Montezemolo prometió a Alonso una respuesta. Tras tanto cortejo es el momento en que el jefe de Ferrari le dirá si lo quiere en el 2010 u ofrecerá una renovación a Kimi Raikkonen o un contrato a Robert Kubica o Sebastian Vettel.

Especulaciones

"Si Ferrari me quiere, me tendrá, sino me quiere, no me tendrá", dijo Alonso en Bélgica. Si no le quiere, se irá a BMW por tres años, partiendo de la base de un coche que permite a Robert Kubica marchar tercero en el Mundial, un punto por delante de Kimi Raikkonen y a 18 del líder Hamilton a falta de cinco carreras. Y si Ferrari le acoge en el 2010, deberá pasar otro año de transición, puede que en Honda --"esperaremos por Alonso hasta que sea necesario porque es el mejor piloto del mundo", repitió Ross Brawn el sábado--, puede que en Renault. Pinta mal en los dos casos. Honda es este año el peor coche de la parrilla junto a Force India, mientras que a Renault le esperan tiempos peores. "El motor es 30 caballos menos potente que el resto y no mejorará el año que viene porque no se ha investigado. Lo del KERS va mucho mas lento que otros equipos. No hay dinero para evolucionar...", explica un ingeniero de la escudería francesa.

El cuarto puesto logrado por Alonso en Spa puede ser impensable el año que viene en Renault. Tenía el podio a su alcance, pero Nick Heidfeld entró una vuelta antes a cambiar neumáticos y consiguió superar al ovetense. "Una vez acaba la carrera es fácil ver cuál era la mejor opción, que probablemente fue la de Heidfeld. Pero, claro, yendo cuarto es difícil tomar esa decisión. El iba octavo y ahí puedes arriesgar mucho más. Más que un error nuestro, ha sido la suerte y el buen hacer de Heidfeld y de BMW. Les salió la cosa redonda". Alonso superó sobre la misma línea de meta a Kubica y Vettel. "El doble adelantamiento a diez metros de la meta hace que sepa mejor este cuarto puesto, al que no optamos en muchas ocasiones. Así que estoy contento".