Han pasado casi once años y la misma carretera que vio el primer desplazamiento del Cáceres en la Liga ACB acogió ayer el último, de momento. Desde aquel partido en Madrid frente al Real del zar Sabonis (26 de septiembre de 1992, 93-78) hasta el de hoy ha habido casi 200 viajes, sin contar amistosos, partidos europeos o coperos. La cancha del Adecco Estudiantes, el monumental coso-multiusos de Vistalegre, despedirá a los jugadores que vestidos de verde o blanco lucieron durante más de una década el nombre de Cáceres lejos de la ciudad. Será a las 20.30 horas y, lirismos al margen, las intenciones son mucho más prosaicas: evitar el ridículo, ofrecer buena actitud y quemar un día más dentro de la agonía del descenso ya consumado matemáticamente hace diez días.

El ambiente alrededor del equipo resulta gélido. Los jugadores se han dedicado durante estos días, sobre todo después de la final perdida de Valladolid el 26 de abril, a ir recogiendo sus pertenencias y entrar en el menor número de conflictos posible, con profesionalidad y entre disculpas y justificaciones por el histórico batacazo. A ellos y al entrenador, Manolo Hussein, les quedan apenas unos días para marcharse definitivamente de Cáceres y a ninguno le ha merecido la pena enredarse más todavía. La gran preocupación de todos es ahora presentarse con una imagen defendible ante la afición en el último partido definitivo, que será en casa ante el Unicaja el sábado (19.30 horas). Y saben que una buena forma de conseguirlo es luchando hasta el final, como hicieron ante el DKV Joventut en el anterior desplazamiento liguero.

SIN AUSENCIAS

Como es fácil de imaginar, el ritmo de los entrenamientos en los últimos días no ha sido igual que si el equipo se estuviese jugando algo en esta recta final, aunque desde el cuerpo técnico se ha querido lanzar el mensaje de que los partidos se han preparado igual, estudio del rival incluido. Es precisamente Hussein el centro de muchos comentarios estos días: el presidente José María Bermejo ha reconocido que no se habla con él.

Mientras, el rival sí se juega algo: no es lo mismo acabar cuarto que tercero en la liga regular. El Adecco Estudiantes pugna con el Unicaja por ese lugar. El Cáceres será juez.