En una caja o en una estantería tiene las botas de fútbol aún calientes, con un poco de barro, pero María del Mar Puerto Pérez (Plasencia, 1 de marzo del 1994) tuvo claro que su pasión era la psicología deportiva, aunque si pudiera seguiría compaginándolo con el fútbol, su otro amor. La temporada pasada jugó con el Santa Teresa, en la élite del fútbol femenino, y esta la empezó con el Extremadura, aunque al final tuvo que elegir y se quedó con la psicología. Ya no mete goles, pero ayuda a quienes deben meterlo desde Besteam Coaching, un centro cacereño especializado en psicologia deportiva.

-Juega con ventaja, saben bien cómo funciona la cabeza de un deportista...

-Sin duda mi trabajo se ve facilitado porque yo pude vivir mi etapa de futbolista y creo que puedo ver lo que siente un deportista ante una situación determinada y cómo se puede afrontar. Eso es una ventaja a la hora de planificar.

-Cuando jugaba, ¿echó en faltael trabajo psicológico con los deportistas?

-Sí, creo que hoy por hoy es un trabajo imprescindible. En el día a día de un deportista se dan muchas situaciones que no puede resolver un entrenador o un preparador físico y por eso la figura del psicólogo deportivo debería ser imprescindible.

-¿En qué consiste la psicología deportiva, qué es exactamente lo que hace?

-Aún es una desconocida, pero está en auge. Nuestra labor es ayudar al deportista a mejorar su rendimiento a través del trabajo de los principales aspectos psicológicos, como la motivación, la confianza, la autoestima, muchas veces el control de los niveles de ansiedad, el control de los pensamientos negativos... A veces no es tanto estar mal físicamente, no estar haciendo bien el trabajo, sino de cómo afronto algo. Muchas veces el buen estado psicológico es el que te lleva a un buen estado físico. El buen estado mental te lleva a rendimientos que tú no creías poder alcanzar o para los que creías que no estabas preparado.

-¿Qué parte del éxito de un equipo, de un deportista, se le podría atribuir al trabajo psicológico?

-No me gusta atribuir el éxito a mi trabajo, pero creo que muchas veces, y sobre todo en deportes individuales, un 80% es la parte mental. Muchas veces se puede tener la mejor de las preparaciones físicas, pero a la hora de competir puede fallar la capacidad de soportar la presión, no ser capaz de concentrarse, cometer un fallo y no ser capaz de salir de ahí. Todo eso se trabaja a través de la psicología deportiva.

-¿Deportistas y entrenadores son conscientes de eso?

-Sí, cada vez son más los entrenadores que incluyen un psicólogo en su cuerpo técnico. Se dan cuenta que hay muchas tareas que a ellos se les escapan, que ellos tienen que dedicarse al físico, a la técnica, a la táctica, pero hay otros aspectos que se pueden preparar con la psicología. Cada vez se nos tiene más en cuenta. Incluso son muchos los deportistas que hoy nos vienen a buscar. Y si eso es así es porque ya le dan la importancia que tiene.

-¿Ha cambiado mucho la psicología deportiva en los últimos años?

-Ha evolucionado. Antes se trataba más el error, el problema, y ahora lo enfocamos más a potenciar cualidades.

-¿Es muy distinto lo que se debe trabajar con un equipo a lo que se aplica a un deportista individual?

-Yo trato prácticamente los mismos aspectos, pero obviamente de manera individual el trabajo puede ser más concreto, más específico. En lo grupal siempre intento que haya algo simbólico que se puedan ‘llevar’ y recordar en casa.

-Una labor muy importante es el trabajo con un lesionado. ¿Cómo es esa labor?

-Un deportista, cuando se lesiona, pasa por distintas fases. Tiene una en la que no acepta la lesión, en la que niega que vaya a tener un periodo de inactividad. Ahí lo que tenemos que tratar es que vea qué le ha ocurrido y lo primero que tiene que hacer es aceptarlo para ponerse a trabajar en la recuperación. Después llega la fase de recuperación y ahí nuestra labor es que el deportista tenga una actitud positiva, que haya constancia. Y después, la fase final, cuando va a volver a competir. Hay dos cosas: puede aparecer el miedo a volverse a lesionar o altas expectativas. Tenemos que intentar que se de cuenta que tiene que ir poco a poco.

-¿Es importante empezar a aplicar la psicología deportiva desde la base?

-Yo no lo he tocado mucho, pero creo que el trabajo de la psicología deportiva se tiene que establecer desde la base. Si los clubs lo incluyesen desde la base habría mucho trabajo hecho. Sobre todo porque ya se nos vería como una figura normal. Hay que intentar que los niños lo normalicen. A nivel de base es muy importante el trabajo con padres y entrenadores, el trato que hay que darle a un niño, la manera de dirigirse a él. Son aspectos que influyen en el rendimiento de un niño.