Racing: Aouate; Pinillos, Garay, Alfaro, Ayoze; Antonio Tomás (Casquero, min 68); Damiá, Vitolo, Melo, Serrano (Jonatan, min 59); y Pinilla (Antoñito, min 63).

Valencia: Butelle; Curro Torres, Albiol, Marchena, Moretti; Rufete (Angulo, min 68), Albelda, Baraja (Viana, min 70), Regueiro (Aimar, min 46); Mista y Villa.

Goles: 1-0, min 17. Damiá. 2-0, min 67. Ayoze. 2-1, min 75. Villa.

Arbitro: Luis Medina Cantalejo (comité andaluz). Mostró cartulina amarilla a Antonio Tomás, Melo, Vitolo y Ayoze por el Racing y a Albiol por el Valencia.

Incidencias: Partido de la vigésimo octava jornada de la Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero, ante la presencia de unos 15.604 espectadores.

El Racing acabó con su negativa racha en casa y logró su tercera victoria en el Sardinero, que le acerca su objetivo de la permanencia, a costa de un Valencia que ve como el Barcelona aumenta su ventaja con vistas al título.

Pese a la necesidad de sumar tres puntos para no perder la exiguas esperanzas de conseguir el título de Liga, el Valencia salió sin prisas y cedió el control del juego a un Racing que presionaba muy arriba, para cortar balones y distribuirlos a las bandas.

Pasado el primer cuarto de hora, el Valencia adelantó algo sus líneas y fue entonces cuando marcó el Racing, por mediación de Damiá, quien arrebató el balón a Marchena en línea de medios y encaró la portería de Butelle, debutante en Liga, al que sorprendió con gran juego de pies.

Tras el descanso Quique Sánchez Flores recurrió a Aimar y dejó en el banquillo al uruguayo Mario Regueiro, pero la entrada del argentino no resolvió.

Una falta sobre Felipe Melo, cometida en la frontal del área, dio origen al segundo gol del Racing, marcado por el lateral Ayoze con un duro disparo raso.

Sin embargo, cuando mejor rodaban las cosas para el conjunto cántabro, el israelí Dudú Aouate cometió un innecesario penalti sobre Mista al derribarlo. Villa lanzó la pena máxima, Aouate despejó en corto y el propio delantero remató de cabeza a las mallas. Pero sirvió de poco.