REAL VALLADOLID 0: Bizzarri; Torres Gómez, Peña, Mustafá, Marcos; Sales, Mario, Colsa, Oscar Sánchez (Chema, min.59); Olivera (Sousa, min.59) y Pachón (Aganzo, min.75).

MALAGA 0: Contreras; Josemi, Fernando Sanz, Roteta, Valcarce; Gerardo, Sandro (Leko, min.72), Romero (Manu, min.72), Musampa (Miguel Angel, min.81); Dely Valdés y Darío Silva.

ARBITRO: Megía Dávila, colegio madrileño. Mostró la cartulina amarilla a Gerardo (min.61) del Málaga.

INCIDENCIAS: Décima jornada.

El Real Valladolid fue incapaz de romper la muralla defensiva del Málaga con un juego insulso, falto de verticalidad y lentitud desesperante, en un partido para olvidar e indigno de Primera División.

El primer tiempo resultó realmente soporífero, con profusión de pases sin sentido en el centro del campo, sin profundidad ni ideas para crear auténticas situaciones de peligro ante la portería rival, faltos de precisión en los pases y, sobre todo, verticalidad.

En el segundo periodo el Valladolid dominó territorialmente, pero más como consecuencia del retraso voluntario del rival que de las propias acciones ofensivas, que apenas existieron, por lo que el aburrimiento siguió siendo la tónica del encuentro.

El Málaga, cuya misión principal era cortar los tímidos avances blanquivioletas, tuvo la ocasión de marcar en la bota de Darío Silva (min.53), que remató un pase de Gerardo y detuvo Bizzarri.

La respuesta no se hizo esperar y, más con el corazón que con la cabeza, Colsa cabeceó ligeramente alto, a placer, una falta botada por Marcos que, posteriormente, obligó a Contreras a desviar a córner.