Alejandro Valverde tiene las ideas diáfanas a sus 23 años. No quiere quemarse, por lo que ha dejado las cosas claras a su equipo, el Kelme, todavía pendiente de solucionar sus graves problemas financieros. El Tour no entra por ahora entre sus objetivos prioritarios. El ciclista murciano, subcampeón del mundo y gran revelación de la Vuelta, se ha planteado dos retos para el 2004: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas y el triunfo absoluto en la ronda española. Tiene clase para ello. Sube como el que más, esprinta como un auténtico velocista y, además, se defiende en las contrarrelojes, por ahora su territorio más limitado.

El ciclista del Kelme es el corredor joven con mayor proyección en el pelotón actual. En el 2004 será el único líder del conjunto alicantino, ya que Oscar Sevilla, tras un año marcado por las lesiones, ha fichado por el Phonak de Suiza que dirige Alvaro Pino. El 2004 verá también el debut del conjunto Balears de Echávarri y Unzué, con pocos nombres con miras de Tour.