A Alejandro Valverde le duele la rodilla izquierda. No es una buena noticia. En una carrera de tres semanas, cualquier complicación física tiende a empeorar por culpa del inevitable desgaste de tantos y tantos kilómetros. El ciclista murciano, su compañero Paco Mancebo y todo el equipo Illes Balears deseaban ayer pasar a la ofensiva y aprovechar las dificultades orográficas que presentaba la segunda etapa alpina, que transitó por La Madelaine y el Galibier. Pero el día concluyó sin que pasase gran cosa, al margen del triunfo de un recuperado Alexandre Vinokurov ante Santiago Botero, tras una escapada que sorprendió al pelotón de figuras que como siempre comandó el Discovery Channel de Lance Armstrong.

La verdad es que tampoco había caras largas en el entorno del Illes Balears. Más bien se respiraba un ambiente de preocupación, porque tener una rodilla tocada es muy mal asunto en el Tour. Explicaron que todo se debió a un golpe que se dio con la bicicleta durante la contrarreloj por equipos, con tan mala pata que se dañó la parte de la rodilla en la que todavía tiene secuelas de la brutal caída que padeció en la última Vuelta a España.

PREOCUPACION Porque precaución fue la que tuvo Eusebio Unzué, el director, cuando decidió que su equipo pasase a la retaguardia, que el día no era el óptimo para provocar a Armstrong y organizar una batalla parecida a la que se vivió en la primera etapa alpina. Por esta razón, Unzué decidió parar a Paco Mancebo, quien, con coraje y valentía, decidió colarse en una fuga que se formó en La Madelaine, alrededor de Vinokurov, quien desde luego reivindicó que no está ni mucho menos acabado en este Tour. En la escapada también estaba el combativo Pereiro, del Phonak, que se salió de la calzada de forma espectacular en el descenso de La Madeleine. Por fortuna, sin consecuencias.

Vinokourov demostró con su triunfo que es el único, entre las víctimas del martes, que todavía puede incordiar algo a Armstrong y quién sabe si arrebatar el podio a alguna figura con ánimo verdaderamente conservador.

Fue poco después de fugarse Mancebo cuando se encendió la alarma. Valverde bajó hasta uno de los coches descapotables de los servicios médicos del Tour. "Me comentó que le molestaba la rodilla y por eso le recomendé que visitase al médico, que le dio un calmante", explicó Unzué, confiado en que todo salga bien.

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