El ciclista belga Tom Boonen puso fin al reinado español en el podio de los campeonatos del mundo de fondo en carretera, prueba elite hombres, al imponerse en un esprint de fuerza al español Alejandro Valverde y al francés Anthony Geslin revelación del mundial.

Boonen recupera para su país los laureles de los mundiales, pues desde 1996, en la ciudad suiza de Lugano, ningún belga subía a lo mas alto del podio de los campeonatos. En aquella ocasión lo hizo Johan Museeuw.

Una victoria que no es ninguna sorpresa. Es uno de los grandes clasicómanos del momento y la nueva esperanza del ciclismo belga como también lo es el español Alejandro Valverde que estuvo en un tris de conseguir la racha de los españoles en el podio de los mundiales.

Los españoles defendían el título de los dos últimos años con Igor Astarloa (Hamilton´03 donde Valverde fue plata) y el pasado año con Oscar Freire (Veorana´04) y gran ausente en los campeonatos por una lesión que arrastra desde principio de temporada.

Boonen invirtió en los 273 kilómetros, 13 vueltas a un circuito de 21 kilómetros, 6 horas, 26 minutos y 10 segundos, mismo tiempo que sus acompañantes en el podio Valverde y Geslin los grandes triunfadores del mundial, pues en el momento clave dieron de rueda a ilustres como el italiano Paolo Bettini, muy activo en la parte final, pero que pago cara su osadía al igual que el kazako Vinokourov.

AVENTURAS INICIALES La carrera comenzó como suele ser habitual en una gran clásica. Muchos ataques desde el principio; corredores desconocidos que aprovecharon la oportunidad para acaparar el protagonismo y en esta ocasión se lo llevaron el búlgaro Krasimir Vasilev y el kazako Muravyev.

Vasilev fue el que rompió la carrera y Muravyev el aventurero. Estuvo escapado de la vuelta tres a la décima. Cerca de 150 kilómetros y durante mucho tiempo tuvo como compañeros de aventura a los Vasilev, al estadounidense Saul Raisin y al colombino Juan Carlos López Martin.

Llegaron a tener hasta más de diez minutos de ventaja, pero cuando llego la hora de la verdad, a mitad de las trece vueltas que tenían que dar, debido al trabajo principalmente de los españoles, las ilusiones de Muravyev y compañía llegan a su fin falta de 60 kilómetros para el final del campeonato mundial.

En la parte final, a falta de tres vueltas, los equipos fuertes comenzaron a descubrir sus cartas. La primera en hacerlo fue la selección española con Oscar Peireiro. Un latigazo que rompió el pelotón principal, pues en cabeza quedaban diez corredores, entre ellos los también españoles

Como suele ser habitual fue en la vueltas finales, en este caso en las dos últimas, cuando la carrera entraba en su fase decisiva. Fueron los españoles, por aquello de estar en casa y defender el título, los primeros en descubrir sus cartas con un ataque de Oscar Pereiro que corto el pelotón dejando a diez corredores al frente entre ellos a los también españoles Martín Perdiguero y Valverde. Un corte que sirvió para tensar la carrera, pues también entraba el italiano Paolo Bettini.

Fue un final de vértigo debido a las numerosas alternativas al frente de la carrera, pues aunque España trató de romper la carrera no lo tuvo nada fácil, ya que sus mas directos rivales se le pegaron como lapas.

ATAQUES FINALES Los españoles endurecieron la prueba en su parte final, pero varios de los candidatos a la camiseta arco iris no perdían rueda y otros como fue el caso del italiano Alessandro Petacchi, ganador en este final en la pasada Vuelta a España en la que logró cinco etapas y el australiano McEwen tenían bastantes problemas para seguir el ritmo.

Bettini, que dio la impresión de ir por libre lo intento en varias ocasiones pero sin éxito. Algo similar le ocurrió a Vinokourok y el holandés Boogerd, pues aunque en la parte final fueron de los más activos no lograron romper el buen trabajo español.