El Tour puede ser maravilloso. Las cosas ya han empezado a cambiar. Hay otra ronda francesa, distinta, renovada. Nadie podía imaginar que el prólogo de la prueba, siete kiló- metros cronometrados por las calles de Estrasburgo, tendría como ganador al velocista noruego Thor Hushovd, el mismo que hace unos años dijo sentirse muy catalán por vivir en Le Boulou y entrenar todos los días por el Empord .

Nadie podía esperar que la mayoría de nuevos candidatos a la victoria tuvieran un inicio más bien tapado, sin brillo y sin exhibiciones. Todos estaban acostumbrados a Lance Armstrong. Siempre allí; el primero o, como máximo, el segundo. Y muy cerca, Jan Ullrich. Desde 1999, polémicas aparte, la historia se repetía. Ayer fue distinto. Y por si fuera poco, Alejandro Valverde ofreció una brillante actuación al acabar en quinto lugar del prólogo y la general, y ceder solo cuatro segundos en una modalidad que no es la suya.

Valverde partió vestido de blanco porque es el líder de la clasificación de la UCI Pro Tour (la polémica Liga Mundial). Así se le verá durante toda la prueba, a no ser que tenga que cambiar el color del maillot. Pero, por ahora, no hay que cometer locuras ni vender humo. Solo hay que fijarse en el primer resultado y pensar que ha sido esperanzador con vistas al futuro de la prueba. "Este resultado me demuestra a mí mismo que he hecho bien las cosas estas últimas semanas y que llego en buena forma al Tour. Ahora lo que sé es que conviene ir tranquilo por el llano y no desgastar demasiado al equipo". Sin duda, será lo mejor.

El Tour, a partir de hoy con una etapa que empieza y termina en Estrasburgo, después de adentrarse por Alemania, vivirá la tradicional semana llana, sin contrarreloj por equipos. La primera gran cita de dificultad está prevista para el próximo sábado, con 52 kilómetros por los alrededores de Rennes. "Este Tour será muy duro. Por eso hay que resguardarse. Pero, a la vez, sin descuidarse. Por eso, también, hay que ir atento".

EL LLANO Todo es llano hasta el sábado, territorio para corredores rápidos como Oscar Freire e Isaac Gálvez, aunque es una zona en la que conviene ir atento y sin desconcentrarse porque, en el Tour, puede saltar la sorpresa en cada curva. Es la magia de esta prueba, una de las más abiertas de los últimos años tras la retirada de Lance Armstrong y las exclusiones de varios de los favoritos. Hoy se verá quién está dispuesto a manejar la dirección del pelotón. El Crédit Agricole, el conjunto de Hushovd, parece el más señalado. Para ellos, mantener el maillot amarillo unos días justifica su presencia. El resto, los favoritos, escondidos. No vaya a ser que alguno se resfríe.