Dice Fernando Pino que mañana ante el Deportivo B se dejarán el «pellejo» por esos 200 aficionados que van a hacer 1.400 kilómetros para dejarse la garganta en Riazor por el Cacereño durante 90 minutos (o un poco más si hace falta la prórroga). «Hay que salir a tope pensando en ellos», repite el centrocampista verde. El primer autobús de aficionados se completó el jueves y en el segundo, subvencionado por el ayuntamiento, aún hay algunas plazas libres. Por eso hoy, hasta las 14.00 horas, podrán apuntarse los rezagados (en Deportes Blanes), los que se lo han pensado hasta el último segundo y que al final no quieren dejar solo a su equipo. A los hinchas que vayan en los autobuses y que viajarán de madrugada (el partido es a las 12.00 horas) se unirán otros aficionados que viajarán por su cuenta.

Hace una semana, tanto Pino como Carlos García, ambos de Brozas, contaron con un apoyo especial desde la grada, pues casi un centenar de sus paisanos fueron a animarlos. «Sentí mucha emoción, casi lloro», reconoce el centrocampista.

«Confianza» es quizás la palabra más repetida en el entorno del Cacereño esta semana. «Confiamos en nuestras opciones para superar al Dépor B», apunta Pino usando una expresión que se ha instalado en el CPC como un mantra desde el pasado domingo. «El resultado no es bueno ni malo, todo dependerá de cómo transcurra el partido. Es bueno si marcas primero y malo porque nos la jugamos fuera y ellos van a apretar».

Pelear por el ascenso en Riazor es una motivación extra, reconoce Fernando Pino. «No es un campo más, allí juegan equipos de Primera, Madrid, Barça, Atlético....», enumera el futbolista de Brozas. «Tenemos que crecernos, no dejarnos amedrentar», añade como una de las estrategias del CPC para alcanzar la gloria.

Que el campo es una alfombra, mejor, «nosotros hemos ganado esta temporada partidos sobre terrenos de juego en muy buenas condiciones», recuerda Pino restando importancia a las quejas que durante toda la semana ha habido en La Coruña sobre el terreno de juego del Príncipe Felipe.

«Somos capaces de liarla»

Para Pino, de 28 años, esta es su quinta fase de ascenso. Cuatro las ha jugado con el Arroyo, consiguiendo el ascenso en una, algo que espera repetir ahora con el Cacereño. ¿Nervios? «Los típicos», reconoce dicharachero, «pero somos capaces de liarla».

Cuenta que tienen bien trabajado el partido, muy estudiado al rival, que no será el que se vio en el Príncipe Felipe (al menos durante 75 minutos), sino un equipo ofensivo, con buen trato de balón y velocidad. «Tenemos las cosas muy claras, muy estudiados sus puntos fuertes y débiles».

La semana ha sido igual que las demás y el técnico ha trabajado especialmente la motivación de sus jugadores. «Adolfo [Muñoz] es un motivador nato», explica Pino. Ambos pelearon la temporada pasada por el ascenso con el Arroyo.

Kevin sigue siendo la gran duda del Cacereño. El delantero argentino entrenó ayer junto al resto y hoy volverá a probarse. Carlos García sigue tocado, «pero un par de chutazos, como dice él, y a jugar, no va a fallar, seguro», dice Pino. Adolfo se llevará a toda la plantilla.