Muy ajetreada ha sido la semana en la casa del Cáceres 2016. Comenzó con la marcha Manuel Piti Hurtado, el domingo, entre lágrimas y aplausos. Continuo el lunes con la presentación del nuevo entrenador, Gustavo Aranzana, que el miércoles ofreció al público cacereño una nueva victoria, la segunda de la temporada en casa (ante La Laguna 85-81). Ayer, además de entrenar (en doble sesión, por la mañana y por la tarde), el nuevo técnico estuvo en un acto publicitario del club y después ofreció unas lecciones a los niños de la Escuela Babybasket, que atendieron entusiasmados a sus explicaciones para después intercambiar unas canastas con Juan Sanguino y Lucio Angulo, que como capitanes del equipo fueron los encargados de presentar a Aranzana.

Pero todo eso se va quedando atrás y el equipo ya solo piensa en el partido de mañana ante el Baloncesto León (19.00 horas). A las ocho de la mañana ha salido la expedición cacereña hacia la ciudad castellano leonesa, donde Aranzana se reencontrará con su pasado más glorioso. Allí, el Cáceres 2016 espera contar con el apoyo de su público, pues mañana parte desde el Multiusos un autobús de aficionados que desde la grada del Palacio Municipal de los Deportes de León gritarán para empujar a su equipo hacia la quinta victoria.

No será fácil, pues el León es un equipo muy en forma, aunque sus números no difieren mucho de los del Cáceres. Supera a los cacereños en lanzamientos de tres (40% de acierto frente al 31%), aunque está siendo pero en tiros de dos (47% frente a 51%). Tampoco es mejor que los cacereños en rebote, por lo que el grupo de Aranzana viaja dispuesto a lograr un nuevo triunfo lejos del Multiusos, donde hasta ahora ha desarrollado su mejor baloncesto (aunque a las órdenes de Piti Hurtado).

Naymick y Holcomb han tenido que viajar en el autobús con el resto. Ayer promocionaron un nuevo coche y al llegar al concesionario cacereño les prometieron uno. Se las prometieron muy felices durante toda la visita y antes de marcharse reclamaron su regalo: pero sorpresa, era un modelo a escala. Estuvo bien. Fueron risas para descargar la tensión acumulada.