Es una de las imágenes de aquel playoff de ascenso de mayo de 1992: todo un pabellón gritando "pensionista, pensionista" cada vez que Juan Domingo de la Cruz tocaba un balón o le atizaba un zarpazo a Jiri Okac. Era una de las estrellas del rival del Cáceres CB, el Prohaci Mallorca, en la lucha por subir a la ACB, un pívot de enorme historial --plata en Los Angeles-84, por ejemplo-- que apuraba su vida profesional en las canchas de Primera División. Ayer, 17 años después, De la Cruz --El Lagarto , el hombre al que muchos niños habrán conocido por compartir retransmisiones baloncestísticas con Andrés Montes, Epi e Iturriaga en La Sexta-- volvió por primera vez a Cáceres. Y esta vez se marchó con una sonrisa: es el director deportivo del Basquet Mallorca, un equipo admirablemente ensamblado con bastante menos presupuesto que su oponente de ayer.

De la Cruz pasó bastante inadvertido. Nadie le recordó su edad (55 ya), sino más bien los épicos que fueron aquellos partidos. Y él respondió con una enorme sonrisa, contando una y otra vez que nunca en su larguísima carrera había jugado en una cancha tan caliente como la cacereña.

"Aún no me explico cómo perdimos. Eramos mejores, pero teníamos algunos jóvenes a los que les pudo la presión y tampoco nuestro entrenador estuvo acertado. Me decía que a Jordi Freixanet había que dejarle tirar. Y, como todo el mundo sabe, nos acabó metiendo el tiro decisivo", reveló. Está ilusionado con el proyecto mallorquín, al que llegó el pasado verano después de trabajar durante los últimos años en una escuela de baloncesto que él mismo fundó en la isla. "Creo que Cáceres puede volver a la ACB. Tiene muy buenos jugadores", afirmaba antes de iniciarse el choque. Luego se demostró que tener mejor plantilla no quiere decir ser mejor equipo. Como ocurrió en mayo de 1992, casualmente.