El Cacereño se ha hecho en las últimas fechas con un fichaje de los que cuesta creer que tengas en tu equipo. David Cordón Mesa (Madrid, 12 de noviembre de 1975) es un futbolista con una gran trayectoria detrás, que incluso ha sido internacional en todas las categorías a excepción de la absoluta. Ha jugado una vez en el Príncipe Felipe y fue en una semifinal del campeonato de Europa sub-18 entre España y Alemania. Se crió en la cantera del Atlético de Madrid, habiendo logrado un ascenso con el filial desde Segunda B a Segunda, la misma temporada en la que el primer equipo ganaba la Liga y la Copa del Rey, el famoso doblete rojiblanco. Cordón jugó algunos partidos en esa temporada con el primer equipo de la mano de Radomir Antic.

Ahora llega al Cacereño, tras un periplo que le ha llevado por el Sevilla, Recreativo de Huelva, Cartagonova y Eibar. Este último club le cortó hace siete días.

¿Cómo ha sido que haya fichado por el Cacereño?

--Pues bastante sencillo. El Eibar tenía una claúsula por la que me podía rescindir el contrato y la ha ejercitado, pese a que estaba jugando, pero el entrenador habló conmigo y me dijo que no contaban con mis servicios. En el viaje desde Eibar a Madrid me llamó el Cacereño y antes de llegar a mi destino ya me había comprometido.

Pero es de suponer que tendría más ofertas de la mesa...

--Sí y algunas bastante buenas a nivel económico, pero no me interesaron. Me llamaron del Jaén, del Conquense, alguna de fuera de España como el Ofi Creta... Pero sabía que el Cacereño está en una buena situación y lo que me tira más es una buena oferta deportiva. En Eibar he coincidido con Miguel, un futbolista que está cedido por el Sporting de Gijón y que conoce a Ismael Díaz. El me habló de su filosofía ofensiva y su forma de hacer las cosas y no me costó decidirme.

¿Qué va a aportar David Cordón al Cacereño?

--No soy yo el más apropiado para decirlo. Espero que sea la gente la que lo vaya viendo. Daré el cien por cien de lo que tengo y trataré de ayudar para que podamos jugar la liguilla de ascenso.

¿Cómo ha sido su primer contacto con la ciudad y los compañeros?

--De la ciudad conozco poco, pero tengo que buscar piso y la iré conociendo. Con los compañeros, fenomenal. Todavía no me sé los nombres de todos, pero espero aprendérmelos ya mismo. El ambiente que se respira en el vestuario es excelente y encima he tenido la suerte de llegar en un día que había chuletada por varios cumpleaños.

¿No cree que podía haber llegado más lejos?

--El fútbol es un poco cuestión de suerte, de que un entrenador te dé confianza en un momento oportuno... He estado arriba, pero estar en Segunda o Segunda B no es malo. Ahora espero jugar con el Cacereño en Segunda División la próxima temporada.