Los movimientos que se están produciendo en el Cacereño no están pasando desapercibidos ni para la masa social, ni tampoco para los habituales del Príncipe Felipe y algunos reconocidos seguidores del equipo verde. Tras dos años de nulos resultados deportivos y con una desgastadísima imagen a todos los niveles sólo la venta del club parece el único acicate para devolver a Cáceres la afición por el fútbol.

No era demasiado extraño detectar que algo se estaba cociendo en la entidad deportiva más histórica de la ciudad. No se producían altas, tampoco bajas y el capítulo de renovaciones estaba totalmente parado. Sin tener entrenador, a pesar del año de contrato que restaba a Miguel Angel Mateos, y sin fecha de inicio de pretemporada, todo apuntaba a que se negociaba la venta. Juan Ojalvo, el hombre de confianza de Félix Campo en Cáceres, no sabía que hacer y también intuía las negociaciones, manteniéndose en segundo plano y a la espera de noticias de Salamanca. El hecho de haberse marchado de vacaciones hace suponer que las negociaciones podrían estar ya muy avanzadas.

EN LA CALLE El asunto de la posible compra por parte del empresario segedano Antonio Martínez Doblas y el posible fichaje de Manolo como entrenador no está pasando desapercibido en los corrillos futbolísticos de la capital cacereña. Algunos ya ven "la luz al final del túnel", como reconoce un aficionado que lleva una temporada y media sin ir al estadio. "No puede ser lo que está haciendo este hombre" --en alusión a Félix Campo--, a quien señala como "culpable", junto a Juan Ojalvo del "desastre de lo que ha pasado estas dos últimas temporadas".