Fernando Verdasco, destinado inicialmente a asumir un protagonismo limitado en la eliminatoria de Copa Davis frente a Suiza, respondió al papel principal que le impulsó la lesión de Rafael Nadal y asumió la autoría del triunfo que dispara a España hacia los cuartos de final de la Copa Davis, en los que se medirá a EEUU en territorio norteamericano.

El equipo español rompió su particular maleficio. Dos años después ganó a domicilio una eliminatoria del Grupo Mundial, desde que en el 2004 logró su segunda Ensaladera.

El tenista madrileño solventó el trámite frente a Stephane Bohli (6-3, 6-3 y 6-2) en menos de dos horas de partido. Un adversario menor, el jugador de Ginebra, que difícilmente se encontrará en una situación similar.

Bohli fue reclamado de la nada. Impulsado por el cúmulo de ausencias, voluntarias y forzosas, a las que se vio sometido el conjunto helvético. Sin Roger Federer y sin el veterano George Bastl. Y con la baja posterior de Stanislas Wawrinka, lesionado.

Ni el empeño y ni la ilusión del suizo, ni la magia de la Copa Davis, se aliaron con Bohli, a años luz del talento y la experiencia de Verdasco. No supuso una amenaza para David Ferrer ni tampoco ahora para el madrileño, que en menos de una hora ventiló el duelo. Nunca inquietó el suizo, incapaz de cuestionar el servicio del español a lo largo del choque. Verdasco jugó al tran tran . Dosificado por los breaks amarrados en cada uno de los parciales. Dos en el primero, uno en el segundo y otros dos en el tercero, mientras las fuerzas del suizo se diluían. En un partido intrascendente después, Marco Chiudinelli pudo con David Ferrer (3-6, 6-3 y 6-3).

EL FUTURO El equipo español disputará la eliminatoria frente a los Estados Unidos en Winston Salem, en Carolina del Norte, del 6 al 8 de abril próximos. El conjunto estadounidense, compuesto por Andy Roddick, James Blake y los hermanos Bob y Mike Bryan solventaron su compromiso ante la República Checa en Ostrava.