Era una pole envenenada y no solo para Valtteri Bottas (Mercedes). El finlandés había marcado el mejor tiempo con reglajes erróneos, sin pensar en las 60 vueltas del gran premio. Así que arruinó su propia carrera -nunca tuvo ritmo con unos neumáticos que se degradaban antes- y la de Lewis Hamilton (Mercedes), al que taponó durante una veintena de vueltas. Bottas y la inoperancia de Mercedes regalaron el triunfo al Ferrari de Sebastian Vettel. El GP de Baréin ha colocado al alemán líder del Mundial gracias a los errores de Mercedes. El fichaje del finlandés comienza a pasar factura a las invencibles flechas de plata alemanas.

Vettel, por la parte limpia, había adelantado a Hamilton en la salida, para situarse segundo tras Bottas, pero la suerte jugó a favor de Mercedes cuando el coche de seguridad entró en pista, justo después de que el alemán se detuviera en boxes. Con la carrera neutralizada, era el momento de hacer parar a los dos coches y perder mucho menos tiempo para salir con ambos monoplazas por delante de Vettel. Pero Bottas hizo una entrada en pit horrorosamente lenta, cuatro segundos más lenta que Vettel. Hamilton, que venía pegadito, fue víctima de ese retraso, al que añadió dos segundos más por un tuerca que no acababa de entrar en su rueda delantera izquierda. Así que los dos regresaron a pista por detrás de Vettel. Para colmo, los comisarios impusieron una sanción al inglés de cinco segundos por ralentizar a Ricciardo justo antes de la parada. «Perdimos la carrera en esas paradas y en la sanción», reconoció el campeonísimo Niki Lauda, uno de los jefazos de Mercedes.

ERRORES EN CADENA / Los errores no acabaron ahí. Durante unas 15 vueltas, Bottas taponó la progresión de Hamilton. «Por favor, dejadlo pasar», gritaba Bottas a su ingeniero por radio. El tricampeón inglés se mantenía a una distancia de más de un segundo para no destrozar sus gomas ni sus frenos, sabedor de que, con los coches de este año, resulta muy difícil adelantar en carrera a alguien con la misma montura y el mismo neumático. El mensaje despertó a los ingenieros de Mercedes, medio dormidos o bloqueados por la situación.

Y aún peor. En lugar de colocar los neumáticos superblandos a Hamilton, le colocaron los blandos. «¿Por qué me habéis puesto estos neumáticos?», preguntó por radio. «Porque creemos que es el mejor con la información que tenemos». Mucha de esa información procedía del coche de Bottas -con reglajes equivocados- y, además, para colocar los blandos, no debían hacer esperado a 12 vueltas del final Con todo, finalizó a seis segundos de Vettel.

Hamilton fue, claramente, el hombre más rápido en pista, el más consistente, pero esa catarata de errores en boxes pusieron en bandeja el triunfo a Vettel. Bottas ya está saliendo caro a Mercedes, pero el consuelo de Wolff y los suyos es que del otro lado, Kimi Raikkonen no soluciona mucho más a Ferrari. Finalizó a más de 20 segundos de Vettel.

ALONSO Y SAINZ, FUERA / Y mientras, Fernando Alonso se retiró, por tercera vez en tres carreras, por la avería del motor tras decir por radio «nunca en mi vida he conducido un coche con menos potencia». Carlos Sainz, autor de una primera vuelta proverbial, en la que ganó cinco posiciones, abandonó tras un coche con Lance Stroll. El piloto de Toro Rosso, además, ha sido sancionado con la pérdida de tres puestos en la formación de salida de Gran Premio de Rusia por su incidente con el canadiense Lance Stroll (Williams). Los comisarios decidieron que Sainz fue el causante del choque durante la decimotercera vuelta en Baréin.

Carlos Sainz, que nunca ha conseguido acabar esta carrera (ésta era su tercera presencia), se disponía a adelantar a Stroll por el interior cuando éste le cerró la puerta. El impacto dejó a ambos fuera de carrera y obligó a salir al coche de seguridad. Los comisarios entienden que, al salir del pit lane, Sainz «hizo un muy optimista intento de adelantar al coche 18 en la curva». «Ha sido una faena, venía haciendo una carrera muy buena», se lamentó el piloto español.