Cáceres 2016 - 82: Carlos Cherry (10), Lucio Angulo (13), Francis Sánchez (8), Drew Naymick (5), Shawn Taggart (14) --cinco inicial-- Perico Sala (5), Juan Sanguino (13), Xavi Forcada (4), Kaspars Berzins (7), Gio Dedas (3).

León - 59: Juanjo Bernabé (5), Franco Rocchia (6), Ross Schraeder (12), Antxon Iturbe (2), Ryan Humphrey (16) --cinco inicial-- Carlos Fernández (0), José Angel Antelo (7), Jorge Calvo (5), Albert Fontet (6).

Arbitros: Uruñuela y Zamora. Sin eliminados.

Marcador por cuartos: 22-12, 42-23, 69-41 y 82-59.

Incidencias: Vigesimoséptima jornada de la LEB Oro. Partido disputado en el Pabellón Ciudad de Cáceres ante 2.000 espectadores. El local Alex González no jugó por una elongación muscular.

Demoledora dicotomía. A este Cáceres 2016 o le apabullan o apabulla. Y esta vez, ante el León (82-59) tocó ser la máquina de hacer baloncesto que ya borró de la pista sin remisión a otros equipos mejor clasificados como CAI Zaragoza, Breogán y ViveMenorca. Ahora lo único que hay que esperar es que el fantasma que deambuló por Melilla, Rincón de la Victoria o La Laguna no reaparezca.

Quizás sea mucho pedir. Este equipo es así y así hay que aceptarlo. Uno no puede luchar contra su propia naturaleza. El resultado es el mismo siempre: a los partidos del Cáceres les sobran las segundas partes porque todo está decidido al descanso para bien o para mal.

El León poquito pudo hacer ante la grandísima defensa que ejecutaron los hombres de Gustavo Aranzana durante buena parte del partido, con el añadido de que los locales mejoraron además en un aspecto en el que suelen estar flojos, el rebote. Fue una tarde plácida hasta el extremo, con la consecuencia de que las cuentas van saliendo de cara a asegurar un puesto en los playoffs e ir escalando poco a poco posiciones. Los leoneses ya solo llevan una victoria más y además se les ganó el basket average , decisivo en caso de empate a triunfos. Palma de Mallorca, el próximo domingo por la mañana, es la próxima estación para ver qué tal le sienta su poderosa pócima al doctor Jeckyll.

La historia del encuentro es corta. El Cáceres 2016 fue por delante desde el primer minuto, con Lucio Angulo en plan multiusos, Cherry mandando y, sobre todo, ejecutando una impía dictadura bajo los tableros. Shawn Taggart, impulsado por sus buenos números de La Laguna --lo único bueno de esa negra noche-- salió dispuesto a reivindicarse ante un peso pesado de la liga como Ryan Humphrey, MVP de la última jornada. Y lo consiguió, mostrando abiertamente lo que hasta ahora solamente había atisbado. El rendimiento del cuarteto interior cacereño, con Drew Naymick intimidando, Kaspars Berzins llenando huecos pese a las faltas y Juan Microondas Sanguino de nuevo inspiradísimo en el tiro, resultó inmejorable. 36-14 en rebotes es un estadística que se explica por sí misma.

SIN PERDON Un ´2+1´ de Berzins cerró el primer cuarto con 22-12, resultado que abría la puerta a la posterior paliza, que cuajó en los minutos siguientes en plena exhibición de Sanguino --siete puntos seguidos-- y sus socios de la segunda unidad . Los jugadores del León se comieron el balón a menudo y enfilaron el vestuario con la cabeza inequívocamente gacha (42-23).

Todos estaban invitados al festín, incluido un Francis Sánchez que había levantado murmullos negativos en la grada tras varios fallos al inicio. Cuando volvió a ser sustituido tras recuperar el punto de mira, ofreció a los aficionados un enigmático gesto que parecía significar "ahora no me aplaudáis".

Fue el único síntoma de mal rollo en un día perfecto, que recogió incluso parciales letales como el 15-0 del final del tercer cuarto (69-41). De escándalo lo bien que lo hacen estos chicos cuando se centran en ello. Era el momento de disfrutar, aunque cierta relajación final y el orgullo leonés recortaron la tremenda ventaja hasta los 23 puntos, que no está nada mal para reconciliarse con uno mismo.