CACERES DESTINO TURISTICO: Rivero (9), Morales (2), Johnson (31), Higgins (6), Sallier (4) --cinco inicial--Javi Pérez Iniesta (11), Javi Pérez (18), Oscar Rodríguez (5), Cazorla (4).

MELILLA: Williams (18), Krieger (6), García (21), Martínez (6), Van Paasen (16) --cinco inicial-- Terdenge (6), Lehtonen (10), Daniel López (6), Flanders (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-27, 45-50 (descanso), 64-72 y 90-91 (final).

ARBITROS: Garmendia y Garrido. Muy protestados. Eliminados: Lehtonen (min. 32), Williams (39), Higgins (min. 39) y Johnson (min. 40).

INCIDENCIAS: En el palco, representantes de todos los grupos políticos del ayuntamiento.

El baloncesto sigue siendo inverosímil e imprevisible, en la NBA, en la ACB o en la LEB. La definición del ganador depende, en multitud de ocasiones, de una acción puntual. Ayer, en el estreno casero del Cáceres en la segunda categoría del basket nacional, un tiro exterior de Oscar Rodríguez, que se salió de dentro, inclinó la balanza del Melilla y dejó a la afición verdinegra sin disfrutar del primer triunfo en el nuevo status de plata.

En Zaragoza salió cara. Anoche, cruz. En un encuentro de alternativas, de malas defensas y efectivos ataques, el grupo de Ñete Bohigas desperdició una pintiparada oportunidad para impulsar más el nuevo proyecto. Pero, amén de la suerte o no en el momento clave, al Cáceres se le acumularon circunstancias en contra que desembocaron en que el encuentro guardara un equilibrio que precedió a la ruleta rusa final.

Y es que a Bohigas, además de Derrell Washington, le faltó, durante buena parte del choque, el otro americano: Bryan Sallier, que sufrió un problema en un glúteo que sólo le hizo jugar durante casi nueve minutos. Como bien reconoció el propio entrenador al final, demasiada ventaja para el enemigo, un equipo anárquico con pasaportes de todas las nacionalidades y talento que siempre creyó en sí mismo.

A RACHAS

El encuentro resultó una constante de rachas para uno y otro bando. El Cáceres empezó mejor, mandando en los tableros y encomendado al acierto de un impresionante Damon Johnson (10-6, min.4). Pero el Melilla reaccionó con la pájara en ataque local y se fue con ventaja al final del primer cuarto (14-21).

El choque, que se movía siempre en función de la concentración ofensiva de los hombres clave, dio de nuevo la vuelta, aunque en el Melilla el trabajo impagable de su techo, Van Paasen, causaba estragos. El Cáceres, con los dos Javi Pérez pletóricos, volvió a igualar los guarismos e incluso fue por delante.

En el segundo tiempo, más de lo mismo, aunque el cuadro de la ciudad autónoma parecía dueño del partido (58-70). Con los nacionales en pista, el conjunto de Bohigas remontó, pese a la adversidad --Higgins y Johnson se fueron por personales en los minutos clave por personales--. Las ventajas se diluyeron y se llegó al final agónico: fallo de Juanmi, canasta de Dani López y balón que se sale de Oscar. Así es el baloncesto. Tan simple como cruel.