Ni siquiera el clamor de todos los pilotos, ni con una evidencia tan clara como el vídeo aportado por Toro Rosso. Nada. Lewis Hamilton tiene patente de corso, es el protegido por el stablishment inglés que maneja la F-1. Por eso salió indemne, inmaculado, de la investigación de los comisarios por su irregular comportamiento tras el coche de seguridad en el Gran Premio de Japón. Levantaron el castigo de 10 puestos en la parrilla a Sebastian Vettel por embestir a Mark Webber, pero no encontraron indicios de culpabilidad en Hamilton a pesar de sus continuos frenazos en medio de la lluvia.

Así que todo sigue como estaba: Hamilton tendrá mañana (08.00 horas, Tele 5) su primera oportunidad de ganar el título. Fernando Alonso sigue a 12 puntos de su querido compañero.

Tony Scott Andrews es el comisario fijo en todos los grandes premios entre la tripleta que decide en cada carrera. Es uno de los más firmes valedores de Hamilton, y uno de los enemigos de Alonso, a quien castigó injustamente en varias ocasiones, la última en Hungría esta temporada, aunque la más sangrante se produjo en Monza el pasado año. Junto a Andrews, ayer actuaron otros dos comisarios que se rotan en cada carrera, uno de ellos local. El alemán Hermann Tmczyk dejó hacer y deshacer a Scott Andrews porque lo que más le interesaba era levantar la sanción a su compatriota Sebastian Vettel, como así sucedió. El comisario local era la china Gao Xuechum. Sin comentarios.

A pesar que el vídeo del aficionado japonés colgado en Youtube dejaba claro el peligroso comportamiento de Hamilton, los comisarios, casi pasaron por encima de esta prueba. "El nuevo material enseñaba exactamente el mismo incidente que ya había sido visto por los comisarios la tarde de la carrera de Japón, aunque desde un ángulo distinto, y fue entregado por Toro Rosso a la FIA, que a su vez la consideró un elemento nuevo y por ello llamó a Mark Webber, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton acompañado de sus representantes", señala el comunicado.

EXCEPCIONALIDAD "Habiendo escuchado la explicación de todos ellos, habiendo revisado las antiguas imágenes y las nuevas, lo que se ha hecho muy aparente es la visión expresada por los pilotos de que las condiciones de Fuji fueron excepcionalmente malas y peor de lo que antes hubieran podido experimentar al iniciarse la carrera tras el coche de seguridad. Por ello, los comisarios aceptan que sería inapropiado aplicar la sanción que normalmente se aplica para una ofensa de ese tipo. Y, en esas circunstancias, los comisarios reducirán la sanción impuesta a Vettel a una reprimenda. La implicación de Hamilton en el incidente también ha sido considerada a la luz de las evidencias dadas contra él y ninguna sanción le será impuesta".

Y ya está. Todo eso después de cuatro horas de deliberaciones en las que se tomó declaración a Webber, Vettel y Hamilton, acompañados por miembros de sus equipos, en la que unos y otros aportaron todo tipo de datos de telemetría e imágenes de televisión.

Los pilotos, desde luego, esperaban una sanción a Hamilton. Consideran que el inglés va por libre. No pertenece a la asociación de pilotos. No le hace falta. Para qué, si ha decidido saltarse los acuerdos que pactan todos con el director de carrera.