A Víctor Manuel Carretero Colo, futbolísticamente Víctor Colo, (Casar de Cáceres, 10-7-1992) no le importa asumir que «sabía que tenía pocas posibilidades de quedarme» tras aquel momento y aquella temporada. Pero el futbolista del Diocesano recuerda con cierto orgullo que debutó con el Cacereño hace tres campañas, y además en Segunda División B. Lo hizo en Jaén (con resultado nada bueno: 4-0 en contra), el día que Ángel Marcos sustituía a Aitor Bidaurrázaga en el banquillo, aunque fue el técnico vasco el que le promocionó hasta el primer equipo y le permitió vivir ese momento («apostaba por la cantera»). «Jugué unos minutos» haciendo pareja con Gonzalo en el centro de la zaga. Fue el 2 de noviembre del 2014 y, en concreto, jugó 9 minutos tras suplir a David Gómez.

«Había muchos lesionados y estarían obligados a llamarme. Yo jugaba en el filial, el Casar-Cacereño, en el equipo de mi pueblo. Después fui a La Línea, pero ahí estuve en el banquillo, sin jugar», recuerda Colo, que el próximo domingo (16.30 horas) se medirá al CPC en la Ciudad Deportiva en un partido en el que espera «ganar». «No tenemos nada que perder y no tenemos miedo. Esa es una baza muy grande», dice el central, que el pasado domingo se midió con éxito a un futbolista de la fortaleza de David Amorín. El 2-0 de los colegiales ante el Don Benito, «que para mí puede ser tan fuerte como el propio Cacereño», les ha dado más moral si cabe.

Vicepresidente y monitor de la Escuela Casareña, el jugador rebosa confianza por la excelente temporada que está haciendo el Dioce. Sobre el rival, añade que «como ha sido el equipo más profesional de la ciudad, he ido a verlo muchas veces con los amigos o con mi padre», dice. La desaparición del filial fue precisamente lo que le hizo firmar por su actual club, reclutado por Miguel Ángel Ávila, el entrenador, otro con pasado en el primer equipo del Cacereño.

De la plantilla actual del Diocesano, dos futbolistas también han jugado en su cantera: el veterano meta Capea y el centrocampista Ismael, que estuviera en la Fundación del CPC. En el recorrido contrario, Viñuela y David López, los dos extremos, hasta la pasada temporada eran juveniles del Diocesano.