Extremadura: Toni; Samir, Javi Selvas, Fran Blasco, Zamora; Camacho (Manuel, M. 65), Lolo, Marco, Nandi; Valladar (Gaizka, M. 80) y Pavone (Cobos, M. 91).

Díter Zafra: Moisés; Luisja, Maxi, Abel, Yeyo (Zurdo, M. 61); Berto, Lema (Avila, M. 84); Juanjo, Curro, Mañas (Víctor García, M. 61) y Santi Moreno.

Goles: 1-0 M. 23: Fran Blasco. 2-0 M. 93: Manuel.

Arbitro: Juan Antonio Perdigones Pacheco (Comité Territorial Andaluz). Salvo que la tele diga lo contrario, por lo sucedido en las áreas (m. 1 y 68), no estuvo mal (2). Amonestó con la tarjeta amarilla a Camacho (34´), Samir (74´), Lema (25´), Rus (41´) y Luisja (84´).

Incidencias: Alrededor de unos 1.100 espectadores en las gradas el Francisco de la Hera.

Rus enfatizó dos veces en su resumen del derbi ante los periodistas. Una para arremeter contra el árbitro por lo poco que prolongó el partido a pesar de los parones. Otra, más marcada por la frustración, para asegurar que su equipo jugó como él quiso pero no supo materializar. Y justo eso fue lo que ocurrió en el clásico de ayer en Almendralejo. Que el Díter, que fue quien más gasto hizo, con un buen manejo de balón de inicio a fin y salvo desesperaciones, con alguna diagonal y, sobre todo, con un importante rosario de ocasiones, no fue capaz de marcar un solo gol.

Por contra, el Extremadura de Bizcocho se bastó para aprovechar una llegada a balón parado, en la que calcó el tanto que le hizo encajar el Badajoz hace algunas semanas, y a partir de ahí nadó mientras guardaba su equipaje esperando que el partido se desangrase. Esa fue la simple pero demoledora diferencia. Aunque al nuevo técnico azulgrana no le gusten los tópicos, ayer hubo muchos sobre el tapete del maltratado Francisco de la Hera. Desde el "a entrenador nuevo, victoria segura", al "quien perdona, lo acaba pagando". El estreno del sevillano de nuevo en el banquillo almendralejense no llevó aparejada, ni falta que hacía, ninguna revolución añadida. Si acaso, las líneas muy juntas, la doble referencia en ataque con Valladar más incisivo que Pavone y algún cambio de jugadores en un dibujo tan previsible como práctico.

LO DEMAS, IGUAL Todo lo demás, muy parecido a la pauta. La defensa tan blandita como siempre, la creación en mediocampo tan desaparecida como es norma y la verticalidad arriba del referente tan bajo mínimos como en los precedentes inmediatos. Tampoco sorprendió el Díter, que evidenció esa buena cara de las últimas jornadas. El plantel de Rus se ha quitado de encima la presión, se ha puesto a jugar arremangado y tiene una pinta estupenda. Lo que no tuvo ayer fue gol. Y eso es básico.

El partido, que nació electrizante con una jugada triple de ida y vuelta en el primer minuto, quedó condicionado cuando Fran Blasco, sorprendiendo en el segundo palo, cabeceó a la red un servicio de Camacho a balón §arado (m. 23). El Díter, que había presentado sus credenciales en el área de Toni con mucha más asiduidad vio como su falta de gol le acuchillaba. Pero no se rindió. Terminó por encerrar a su rival y sólo bajó los brazos cuando en el descuento Manuel, tras una pérdida de balón, hizo el 2-0 (m. 93).

Antes, sobre todo un inquieto Santi Moreno y un genial Juanjo, habían merodeado con mucha intención la meta de Toni. Eso sí, como no marcaron, el Domingo de Ramos pasó a ser de resurrección para un Extremadura que volvió a ganar.