Extremadura: Toni; Garmendia, Roberto, Fabios, Aláin; José Ignacio (Luis Valladar, M. 84), Amaro; Bermúdez (David Carmona, M. 46), Cabello, Samir (Cobos, M. 64) y Asen.

Algeciras: Isaac; Bibi, Gonzalo, Galán, Yeyo; Bautista (Javi Chico, M. 77), Curro, Xavi Morón, May (Romero, M. 73); Armada y Juan Pablo (Fran Amado, M. 80).

Goles: 0-1 M. 13: Juan Pablo, de penalti. 1-1 M. 60: Cabello. 1-2 M. 94: Luis Valladar.

Arbitro: David Gómez Carbajo (Castellano-Leonés). Muy desacertado todo el partido (0). Expulsó a Yeyo, por doble amarilla (69´ y 93´), y amonestó a Garmendia (13´), Valladar (93´), Cabello (94´)/, Galán (54´), Bautista (70´), Bibi (90´) y Gonzalo (94´).

Incidencias: Unos 1.800 espectadores en tarde agradable. Algunos seguidores azulgranas regresaron al fondo sur, cerrado por el consejo.

Para contar lo que aconteció en la intensa tarde de ayer en el Francisco de la Hera almendralejense hay que comenzar la crónica justo por el final del partido, que acabó ganando el Extremadura al Algeciras (2-1). El marcador se cerró en el minuto 94 y tras un impecable remate de Luis Valladar, con temple tal y como andaba el patio, a centro de David Cabello, que sería más protagonista que el canterano sin quererlo y por algo más que por haber sido el autor del gol del empate mucho antes, en el minuto 60.

Nada más subir al marcador el referido 2-1, los jugadores visitantes se fueron a por su excompañero, Cabello militó en el Algeciras no hace demasiado, con la intención de comérselo . ¿El motivo? Que no había lanzado el balón fuera, o al menos permitido que éste saliese, tras el envío de Julio Cobos y cuando Andrés Armada se encontraba tendido sobre el césped. Y la cosa fue a más. Cuando Gómez Carbajo, que estuvo bastante desacertado, señaló el túnel de vestuarios dando por terminado el choque, se produjo una tángana en la que tuvieron que poner orden directivos de uno y otro equipos y, sobre todo, la fuerza pública presente.

La jugada en cuestión se inició cuando Armada conducía el balón y cayó el suelo sin que nadie le tocase. Como si hubiese sentido un pinchazo o algo similar. Cobos dio la impresión de lanzar fuera, mientras era recriminado por la afición local que acusaba al Algeciras de haber perdido todo el tiempo del mundo durante el choque. Sea como fuere, el balón hizo una curva y no llegó a salir. Esquinado, lo recogió Cabello que centró y la cabeza de Valladar hizo el resto (m. 94). Bueno, el resto pudo ser aún peor si al final no se hubiesen calmado las aguas no sin mucho sacrificio.

En el debe del Extremadura ponían los jugadores visitantes una ausencia de deportividad que acentuaban en Cabello. En el del Algeciras colocaban los locales sus continuas pérdidas de tiempo, sobre todo en las sustituciones fueron clamorosas, y hasta en alguna jugada previa a la del gol. Sea como fuere, Ortuondo puso en dedo en la llaga en la sala de prensa cuando afirmó que su equipo debió haber sentenciado el partido mucho antes.

PENALTI INFANTIL Tampoco le faltó criterio cuando aseguró que el penalti del 0-1 en el arranque fue justo castigo a la falta de intensidad defensiva local. Juan Pablo abrió el marcador desde el punto fatídico tras un penalti tan ingenuo como evidente y volvió a desnudar esas miserias azulgranas en materia defensiva. Luego los de Iosu desperdiciaron el resto de la primera entrega en un dominio estéril, aunque con ocasiones, y con la amenaza siempre de un 0-2 que no llegó de verdadero milagro. Y es que los locales no aprovecharon la endeblez defensiva de un bloque, el algecireño, que tiene todo su potenciar de mediocampo hacia adelante y que a la contra aparenta ser mortal. Tras el descanso todo cambió. El Algeciras empezó a dar por bueno el marcador, el Extremadura buscó un empate que consiguió merced a un buen remate del propio Cabello, justo después de un penalti clamoroso sobre Asen, y con los locales volcados y sin encontrar la llave de la meta de un excelente Isaac llegó el epílogo antes comentado y la tangana final. Cosas del fútbol.