Como durante todo el domingo se había apuntado, el Villanovense destituyó ayer a Domingo Suero como técnico del primer equipo, implicando así la dimisión como ayudante de Juan Carlos Moreno.

El presidente del equipo serón, José María Tapia, explicaba que "el detonante han sido los malos resultados", destacando y agradeciendo "el trabajo, el esfuerzo, la ilusión y la honradez" de Suero. Tapia reconocía que "ha sido una decisión muy dura, pero en el fútbol la cuerda siempre se rompe por la parte más débil", aunque también indicaba que había hablado con los jugadores dejándoles claro que "depende de ellos" salir de esta situación.

MOLINA, UNA POSIBILIDAD Manuel Hidalgo, preparador físico se hará cargo del equipo hasta que llegue el nuevo entrenador, algo que la directiva quiere que ocurra mañana. Hay varios nombres encima de la mesa, uno de ellos podría ser el del exentrenador del Mérida UD, Jaime Molina.

Por su parte, Domingo Suero, visiblemente emocionado, tuvo palabras de agradecimiento tanto para Tomás Cordero, que fue quien le fichó, como para la actual junta directiva. Suero reconocía que era" un palo muy duro", explicando que "los resultados son los que mandan, ahora somos más competitivos pero no nos han acompañado los resultados". Recordaba el entrenador que ha habido partidos que se podían haber ganado, así como el dato de que uno de sus delanteros haya mandado diez balones al palo. A pesar de su salida, Domingo Suero, siente al club como suyo, dice que estará "muy pendiente y voy a ser un aficionado más".

El nuevo entrenador se va a encontrar a un equipo que es colista a seis puntos de la salvación, que no sabe lo que es ganar desde el 29 de noviembre, cuando lo hizo en el Municipal de Vecindario, desde entonces ha conseguido tres puntos de treinta posibles, merced a tres empates y siete derrotas. Un panorama complicado.