El Villanovense espera seguir con su racha de partidos sin conocer la derrota esta tarde (18.30 horas) en el campo del líder, el Écija. Nadie ha ganado esta temporada en el estadio de San Pablo.
Iván Ania podrá contar con todos sus efectivos, después de que Annunziata se haya recuperado de sus problemas musculares y haya entrenado con normalidad. «Pudimos entrenar toda la semana con 22, que de cara a preparar cosas sobre el partido es lo ideal», comenta el entrenador.
Para el técnico asturiano jugar en el campo del líder no supone nada especial ni hay por qué tener un trato diferente a su rival. No siente que enfrentarse al primero imponga más presión que jugar contra otro equipo: «Tienes el respeto que le tienes a todos los equipos, evidentemente a todos les tienes que tener respeto y más en este grupo, que es tan igualado, que cualquier equipo puede ganar a otro».
No suele ser Ania un entrenador que cambie mucho su idea de fútbol dependiendo del rival. Aunque admite que es un equipo que juega diferente asegura que sabe buen cuales son las virtudes y los defectos de su rival.
Es posible que introduzca alguna novedad en el once ya que esta semana habrá jornada también el 1 de noviembre, con lo que serán tres partidos en ocho días. «Seguramente vayan a tener cabida en el equipo más jugadores de lo que suele ser habitual de domingo a domingo», recuerda Ania. No obstante afirma que dependerá de los resultados y de si hay lesionados o sancionados. «Al final tienes una idea pero se dan muchas variables que te la pueden hacer cambiar».
El Écija es un conjunto al que le gusta jugar al ataque cuando tiene el balón y al que le gusta presionar muy arriba cuando no lo tiene. «Es muy intenso en todas las facetas del juego, acumula mucha gente en la ataque por su 3-4-1-2. nos obligará a estar muy concentrados en el tema de las vigilancia y no se nos den situaciones de igualdad o incluso de inferioridad numérica», analiza Ania.
El Villanovense ha desmostado estque puede competir a buen nivel con los mejores equipos, aunque quizá necesita ese empujón definitivo que le afiance en los puestos de arriba.
