El derbi que se vivió ayer en el Romano tuvo el guión soñado para el Villanovense y el más cruel para el Mérida (0-1). Después de un partido igualado, con ocasiones por parte de los dos equipos, se llegó al minuto 92 en el que se produjo el derribo de Kike Pina sobre Dani Muñoz dentro del área romana que el colegiado castellano-leonés, González Hernández, cobró como pena máxima. A Jacobo no le tembló el pulso y colocó a su equipo en cuarta posición de la tabla, aprovechándose de la derrota del Extremadura en Badajoz (1-0).

Desde el prisma local, el Mérida ha tenido el final más temido después de que los resultados de la jornada, además, le fueran complicando la vida durante el fin de semana hasta caer al puesto de play out.

Desde el primer momento se vio un partido sin un denominador claro, con muchas faltas e interrupciones. El primero que consiguió enlazar una jugada de cierto mérito fue el Mérida. Intentó sacarla desde atrás a través de Checa que habilita a Santi Villa por la izquierda, para que se asocie con Javi Gómez y éste con Kike Pina quien consigue centrar con mucho peligro teniendo que mandar el balón a córner Espín. Fue la primera de las muchas jugadas en las que el central serón demostró ser la guinda de una defensa infranqueable.

Si la mejor jugada hasta el momento había sido local, la mejor ocasión fue visitante. En el minuto 22, un córner al segundo palo lo vuelve a colgar Javi Sánchez quien encuentra la cabeza de Javi Barrio. Entre la mano de Lázaro y el larguero salvan lo que hubiera supuesto el primer gol.

Las jugadas a balón parado se estaban convirtiendo en el mejor aliado de ambos para meter balones al área, sin embargo, ninguno de los dos conseguirían generar peligro hasta que a un minuto del descuento, Allyson salva bajo la línea un cabezazo de Golobart. Los locales protestaron que el balón pudo dar en la mano de un jugador visitante.

Con la reanudación no cambiaba el tono del choque, daba la sensación de que el partido iba a acabar en empate pues ninguno de los dos conseguía molestar lo suficiente al rival.

La entrada de Iván Aguilar en la segunda mitad mejoró a los locales, pero a la postre mucho más decisiva fue la entrada de Dani Muñoz en las filas seronas. El propio Muñoz tuvo un cabezazo tras un córner sacado en corto, pero se le fue alto cuando Lázaro ya estaba batido.

Trascurría el partido sin que pasaran demasiadas cosas, incluso en la grada del Romano que poblaban 6000 espectadores, 500 de ellos de Villanueva de la Serena, no generaban el ambiente de otras ocasiones para llevar a su equipo en volandas, seguramente porque el partido tampoco invitaba a venirse arriba, y además el propio miedo al descenso que se vio acentuado con la llegada de la noticia del gol del Badajoz al Extremadura.

A falta de un minuto para llega al 90, el Mérida consiguió mover la pelota rápido en la línea de mediapuntas y Julio de Dios tuvo un disparo franco desde la frontal tras una dejada de Nana.

La sensación era que el Villanovense llegaba más fresco al tramo final del choque, con un Espín inexpugnable y un Dani Muñoz que se mostraba muy incisivo en ataque. El propio Muñoz fue quien se internó en el área romana y estuvo muy listo para que Kike Pina le derribara dentro del área.

Con el pitido final, la fiesta se trasladó al fondo norte donde estaba la afición visitante, mientras que la parroquia local quiso animar a los suyos con una ovación y gritando «sí se puede».

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3Gol: 0-1: min. 94 Jacobo (penalti).

3Árbitro: González Hernández. Castellano-leonés. Amonestó a los locales Paco Aguza, Kike Pina, Santi Villa y Javi Gómez; y a los visitantes Javi Barrio, Javi Sánchez y Jacobo.

3Estadio: Romano.

3Espectadores: 6.000.

3Mérida: Álex Lázaro, Iván Pérez, Paco Aguza, Golobart, Kike Pina, Julio de Dios, Checa, Kiu (Esparza, min.67), Santi Villa, Germán (Iván Aguilar, min.55) y Javi Gómez (Nana, min.81).

3Villanovense: Leandro, Javi Barrio, Espín, Javi Sánchez, Arroyo, Pajuelo, Curro (Borja, min.86), Andújar (Trápaga, min.79), Jacobo, Allyson y Diego Sánchez (Dani Muñoz, min.55).