Parecería extraño decir que a falta de cinco partidos el Villanovense tiene cinco finales. Sobre todo si se tiene en cuenta que están a nueve puntos del play off, con ocho por encima de la promoción y a seis de Copa. Pero la realidad es que los serones tienen en sus manos influir tanto en la Copa como en la fase de ascenso y el descenso.

Después de la buena racha del mes de febrero y marzo, el principal temor de Iván Ania era el exceso de relajación de los suyos y que el esfuerzo hecho en ese tramo empezase a pasar factura y en los dos últimos duelos hubo acciones que pudieron hacer pensar en ello. Pero aún hay posibilidad de volver a activar a una plantilla que también ha estado muy castigada por la mala suerte de las lesiones. Los futbolistas saben que pueden ser los jueces de este campeonato.

El primer partido es el del próximo domingo contra el UCAM. El Villanovense podría dejar sentenciada la clasificación de la Copa para el Melilla y descolgar a su rival si consigue la victoria. Después de llegará el primero de los derbis, contra Extremadura (cuarto), al que ya ganó en casa. Si hacen pinchar a los azulgranas les meterían en problemas. Pero más dramático podría ser el siguiente derbi en el Romano si el Mérida no consigue alguna victoria en las siguientes dos jornadas. En la penúltima jornada reciben en el Municipal Villanovense al Córdoba B (actual equipo de promoción de descenso) y cerrará al Marbella, líder ahora.