CONQUENSE: Javi Martínez; Santacruz, Antonio, Sergio, Aridani; Elías, Cubillo, Juanjo, Silva (Juanma, min. 58); Gato (Raúl, min. 82), Martins (Lucas, min. 79).

VILLANOVENSE: José Fuentes; Jaraiz, Javi Sánchez, Juan Carlos (Anxo, min. 53), Mora; Gálvez, Pajuelo (Cano, min. 78), Juanjo, Troiteiro (Willy, min. 67), Jorge Herrero; Miguel Angel.

GOLES: 1-0: min. 11, Gato. 2-0: min. 17, Martins. 2-1, min. 25, Juanjo.

ARBITRO: Martínez Montoro (Madrid). Amarilla a Antonio, Aridani; Jaraiz, Juan Carlos. Roja a Cubillo tras dos amarillas, la segunda en el minuto 86.

El Villanovense mereció algo más en su visita a La Fuensanta en la que empezó perdonando arriba, donde nunca tuvo veneno, y luego cometió unos fallos atrás que hicieron que recibieran una derrota que tan solo se explica por la diferencia de efectividad entre un equipo y otro.

Lo cierto es que los serones nunca dejaron que el Conquense estuviera nada cómodo, apretaron bien entre líneas y manejaron con más fuerza en el centro del campo, pero cuando los blanquinegros pudieron tocar, lo hicieron con criterio y de ahí su victoria.

El Villanovense empezó el partido perdonando, porque no lo hacía mal, presionaba al Conquense con ganas, pero en el primer acercamiento blanquinegro con intención recibió un tano que hizo mucho daño. Fue Martins el que encontró una autopista por la derecha y pasó a Gato para que pusiera al Conquense en ventaja.

MAXIMA EFECTIVIDAD Luego, Antonio pudo poner el dos a cero a balón parado, pero fue Martins el que demostró que es el pichichi de este Conquense y de un balón largo de Elías sacó un centro perfecto en el que se fue de sus marcadores y batió a José Fuentes poniendo el dos a cero.

El Conquense no había merecido tanto, ni el Villanovense tanto castigo, pero lo cierto es que los blanquinegros mandaban dos a cero en el marcador y habían puesto el partido más que difícil para los extremeños.

Pudo llegar incluso el tercero en una incorporación de Aridani en la que su centro peligroso dentro del área no fue rematado por ningún compañero, ni tampoco despejado.

Lo cierto es que el Villanovense no lo estaba haciendo tan mal, sobre todo a balón parado donde cada saque de falta de Troiteiro era peligro y así llegó el 2-1 en una grave indecisión de defensa y portería en la que Juanjo fue el más listo.

SIN DEFINICION El mejor jugador visitante fue, sin duda, el exbalompédico, moviéndose bien entre líneas y generando jugadas de verdadero peligro en las que luego faltaba acierto en los últimos metros para redondear la faena.

Mucho más peligroso era el Conquense en cualquiera de sus internadas y de hecho tuvo dos claras oportunidades antes del descanso, primero un disparo de Juanjo desde la frontal que se fue por poco y posteriormente un buen zurdazo con el exterior de Oscar Silva que rozó la escuadra.

A la salida del descanso, la misma imagen, un Conquense que quería el balón y llegaba con atrevimiento al área contraria, cada vez con más espacios según pasaban los minutos y un Villanovense que intentaba apretar a una nerviosa zaga blanquinegra para tener claras ocasiones.

Nada más volver de los vestuarios, Martins volvió a generar peligro, pero esta vez José Fuentes se sabía la jugada de memoria y salió perfecto para arrebatar el balón al senegalés de los pies.

Fue casi el último acercamiento de los locales, porque a partir de ese momento empezaron a sufrir ante un Villanovense que con balones largos hacía trabajar muy duro a la zaga del Conquense donde Sergio y Antonio acabaron mejor que empezaron.

Así, primero Pajuelo cazó un balón en el punto de penalti que despejó bien la defensa y después le contestó Juanma, pero su disparo se marchó demasiado alto en el último acercamiento local.

Además, a esta incertidumbre se sumó la expulsión de Cubillo a cuatro del final, más otros cinco que prácticamente prolongó el colegiado, así que todo ese tiempo se convirtió en un asedio visitante a base de balones largos que estuvo cerca de tener su fruto, pero tras la mala salida de Javi Hernández Cano remató a puerta vacía, pero su disparo se estrelló en la espala de Antonio y así se difuminó la más clara oportunidad de un Villanovense que quizá mereció un poco más.