Con un tiro libre limpio, sin tocar el aro, que para eso él es el jugador en activo con el récord de acierto consecutivo desde la línea de 4,60. Así terminó José Manuel Calderón su pretemporada extremeña antes de ponerse rumbo a Cleveland, en donde le espera Lebron James y la posibilidad de pelear de manera muy clara por un anillo de la NBA. Pase lo que pase este año todo habrá empezado en el parqué de un pabellón de Villanueva de la Serena.

Fue una sesión de poco más de una hora, con 300 tiros, lo normal en estos días, aunque en esta semana ha tenido días en los que ha llegado a lanzar 580 veces a canasta, con porcentajes superiores al 70 por ciento, entre tiros de dos y de tres puntos. Todo medido con una máquina de tiro que se ha convertido en la mejor aliada para los que cada día le han ayudado en su preparación durante el último mes y medio, su padre José Calderón, y su entrenador personal y preparador físico, Joan Tarragó, que cada semana ha venido de Barcelona sólo para supervisar la preparación del nuevo base de los Cavaliers.

Dos horas

Entre las series de tiro, trabajo de dominio de balón, arrancadas en velocidad, cambios de ritmo y hasta pesas. De 09.00 a 11:00 cada día.

El resultado es evidente, Calderón llega en forma a Estados Unidos y con un físico diferente. Ahora el extremeño es menos musculoso, más fibrado, al menos de cintura hacia arriba. Lo que le permite no perder velocidad y evitar lesiones por desgaste y problemas musculares a sus 35 años. «Me encuentro mejor que nunca físicamente», ha repetido el serón en diferentes entrevistas. Pero además este verano ha contado con la ayuda de su fisio, Sergio Toba, y de entrenadores extremeños en su preparación, que comenzó coincidiendo con su campus en Badajoz. Sus vacaciones han sido cortas.

No ha podido ser más profesional. De los últimos diez días sólo ha descansado uno, a veces hasta con sesión de mañana y tarde, dan igual las alertas amarillas o naranjas por calor porque sabe que del trabajo realizado en verano depende lo pase después en invierno.

Desde hoy José Manuel Calderón empieza la segunda parte de la pretemporada, en Cleveland. Hace años podía apurar hasta un par de días antes del inicio pero ahora sus hijos deben empezar el cole, los años no pasan en balde. En cuanto a sus entrenos, serán algo parecidos a los que ha estado haciendo aquí, con trabajo de gimnasio y de manera individual con técnicos de los Cavaliers, ya que las normas de la NBA le van a prohibir entrenar en equipo.

Prohibido entrenar en grupo para él y para todos los jugadores de la liga, otra norma curiosa de esta competición, que no permite las sesiones colectivas hasta el inicio de temporada. Además el primer entrenador tiene vetado dirigir a los jugadores.

Su ‘preseason’ oficial empezará el 25 de septiembre con el llamado ‘Media day’ cuando los equipos tienen su tradicional encuentro con los medios. Una cercanía impensable en el deporte profesional en Europa. En España ni los equipos de Segunda B permiten tal libertad.

A partir de esa fecha comenzará la pretemporada al uso, con sus sesiones en equipo y sus partidos amistosos, algo también que está controlado por la NBA. Este año, al comenzar la liga dos semanas antes, se han reducido los partidos, pero todos los equipo juegan los mismos, cinco. En este caso Atlanta, Indiana, Washington, Chicago y Orlando serán los rivales antes del inicio de liga, en la madrugada del 17 de Octubre ante los Boston Celtics. Por cierto que las restricciones de la NBA en cuento al número de entrenos también están presentes, controlando el número de veces que se hacen dobles sesiones (de mañana y tarde) y en las que no siempre puede intervenir el entrenador principal.

Todo muy lejos de la libertad que ha gozado en Villanueva de la Serena, precisamente en el pabellón que lleva su nombre y del que se preocupa que todo esté bien. La pista en la que jugó siendo infantil y que había pisado mucho antes, con sólo tres años, cuando las cámaras de TVE recogían de lejos como se hizo una foto con dos jugadores americanos del Baskonia de la temporada 1985-86, Essie Hollis y Terri White, una instantánea que recoge Javier Ortiz en su libro ‘101 historias del boom del basket español’.

Los Cavaliers son favoritos en el Este y tienen el reto de quitarle el anillo a los Golden State Warriors. Todo lo que suceda tendrá un inicio para el extremeño en su tierra: el anillo empieza a forjarse en el calor de Villanueva de la Serena.