VILLARREAL: Viera, Kromkamp, Alvarez, Gonzalo, Arruabarrena; Senna, Josico (Tacchinardi, m.46), Sorín, Font (Roger, m.70); Guayre (Figueroa, m.65) y Forlán.

MANCHESTER UNITED: Van der Sar, O´Shea, Ferdinand, Silvestre, Heinze (Richardson, m.33); Cristiano Ronaldo (Giggs, m.79), Scholes, Smith, Fletcher; Van Nistelrooy (Sung Park, m.79) y Rooney.

ARBITRO: Kim Milton Nielsen (Dinamarca). Amonestó por el Villarreal a Gonzalo y Kromkamp, y por el Manchester a Richardson. Expulsó a Rooney, por doble amonestación, en el minuto 64.

El Villarreal debutó en la Liga de Campeones con un empate sin goles ante el Manchester United, en un encuentro en el que los castellonenses tutearon al poderoso conjunto inglés, que pasó por muchos apuros en el último cuarto, en el que jugó en inferioridad numérica por la expulsión de Wayne Rooney.

Las únicas ocasiones claras del Manchester llegaron a balón parado. Primero en un remate de cabeza de Silvestre a saque de esquina, que despejó el meta uruguayo Viera y después, en los minutos finales, tras una falta que rechazó mal el portero villarrealense y en el que el argentino Gonzalo Rodríguez sacó en la línea de gol el balón que había rebotado en el cuerpo de Van Nistelrooy.

El conjunto español también tuvo su ocasión a los 37 minutos, tras una gran jugada por banda izquierda que remató el argentino Martin Arruabarrena y el portero del Manchester, el holandés Edwin Van der Sar se lució y evitó el tanto local.

El inicio del segundo acto fue trepidante. Las acciones de gol se sucedían en ambas porterías pero el gol no llegaba. En pleno intercambios de golpes una niñería de Rooney, al aplaudirle en la cara al árbitro por la tarjeta que le acaba de sacar, acabó con el delantero en los vestuarios y el Villarreal en superioridad numérica con casi media hora por delante.

CAMBIOS Pellegrini, ante la nueva situación de partido, dio entrada a dos hombres ofensivos como Figueroa y Roger, que reaparecía tras muchos meses de baja, para irse decididamente a por la victoria.

El Villarreal se hizo con el partido y puso contra las cuerdas a los ingleses, que sin embargo se cerraron muy bien, aunque en los instantes finales pasaron por muchos apuros, incluido un balón al larguero tras desviar de cabeza de Rio Ferdinand un lanzamiento de falta de Marcos Senna, aunque finalmente el choque acabó con el marcador como al inicio.