AD Extremadura Cáceres 2016 - 0: César Quijada, Rubén Cala, Bole, Pablo Angel, Sergio --cinco inicial-- Javi Cala, Diegui, Iván Vázquez, Chedi, Salgado.

BP Andorra - 6: Marimon, Aramburu, Marc Fernández, Cabinho, Carlinhos --cinco inicial-- Jonathan, Nacho Lllamas, Ganchy, Ludo, Moisés, Paulinho, Aitor.

Goles: 0-1: min. 6, Aramburu. 0-2: min. 14, Cabinho. 0-3: min. 15, Aramburu. 0-4: min. 26, Aramburu. 0-5: min. 33, Ludo. 0-6: min. 37, Paulinho.

Arbitros: Fernández Muñiz y Hevia Campa. Tarjetas amarillas a los locales Rubén Cala, Pablo Angel e Iván Vázquez y a los visitantes Ludo y Paulinho.

Incidencias: 150 espectadores en el Pabellón Ciudad de Cáceres, con presencia de un grupo de escolares de Valdefuentes.

Quince partidos jugados, dieciséis jornadas, y la AD Extremadura sigue sin ganar. Ayer no estuvo ni cerca de empatar, acumulando ante el Andorra una sonrojante derrota en cuanto a lo numérico (0-6), aunque no en cuanto a imagen. El equipo cacereño luchó lo indecible, pero simplemente se vio sometido por un oponente mucho mejor, perteneciente a la élite de una competición que se le puede hacer muy larga a los de Nano Maroño, últimos en la tabla.

No hubo mucho debate. A un lado, un anfritión lleno de jugadores animosos, aunque quizás tocados por el hecho de no cobrar hace varios meses, y que además no pueden contar con la ayuda del hombre que en ese vestuario tiene mayor inteligencia futbolística, el lesionado Marcelo Almeida. Y en el otro, un Andorra contundente, eficaz, fortísimo físicamente y con las ideas claras. Las mismas que le faltan a la AD Extremadura, a la que, eso sí, se le puede reprochar todo menos la actitud.

El monólogo andorrano dejó el partido casi sentenciado al descanso. Si eres inferior, lo único que no puedes hacer es regalar ocasiones. Los dos primeros goles llegaron de forma casi idéntica: estúpido balón perdido en la frontal del área propia y Aramburu (min. 6) y Cabinho (min. 14) que fusilan. Sí tuvo más mérito el 0-3, obra del propio Aramburu en un enorme disparo (min. 15). El cruel desayuno en la fría mañana del Multiusos estaba servido.

IMPOTENCIA Con ese desalentador marcador se llegó al intermedio. Maroño lo intentó todo desde el banquillo, pero cuando no se puede, no se puede. Un gol quizás hubiera metido en el partido a su equipo y sin embargo lo que llegó fue otro estupendo chut de Aramburu, que completaba así su hat-trick (min. 25).

El resto sobró a nivel competitivo, aunque no en lo anímico. El Andorra alineó entonces a los jugadores que todavía no habían saltado a pista y la AD Extremadura apeló a la casta con jóvenes como Salgado. Resultó casi emocionante verles luchar hasta el último segundo para conseguir al menos un gol, darse una minúscula alegría en una temporada deprimente. Pero la historia de siempre: mucho derroche de entusiasmo, pero poca coordinación y nulo acierto ante la portería. En el otro lado, todo lo contrario: Ludo (min. 33) y Paulinho (min. 37) completaron el incontestable tanteo.