El Cáceres 2016 congela los posibles cambios en su plantilla, a la que se ofrece un voto de confianza a la espera de que los resultados mejoren al fin. Sin embargo, no se descartan movimientos si el equipo continúa de forma sorprendente en la zona baja de la clasificación, sobre todo si tras el partido del próximo viernes ante el Burgos, cuando llegue un calendario teóricamente asequible, no hay reacción positiva.

En el club andan con un enfado considerable por la derrota del domingo ante el Mallorca (82-85), la séptima en once partidos. La mejoría que supuso la sustitución de Manuel Hurtado por Gustavo Aranzana ha quedado en entredicho. El propio técnico del Cáceres 2016 cargó contra la predisposición defensiva de buena parte de sus jugadores tras caer frente a los baleares y se mordió claramente la lengua cuando se le preguntó si iba a pedir fichajes a la directiva.

NOMBRES PROPIOS Por el momento no los tendrá, pero el control del cuerpo técnico respecto al mercado es máximo para que los acontecimientos no le pillen desprevenido. Dos hombres aparecen principalmente en la diana por distintos motivos. A Diego Guaita se le exigirá un cambio de actitud: en reiteradas ocasiones se apuntó su mala relación personal con Hurtado y aparentemente tampoco va por el buen camino con Aranzana. Pero su alto contrato no ofrece demasiada flexibilidad.

El otro jugador apremiado es Randy Holcomb, cuyos apenas 11 puntos y 4 rebotes de promedio se consideran insuficientes para un extracomunitario de su cotización. Tampoco Pavel Ermolinski y Roger Fornas están convenciendo al nuevo entrenador, que los relega al fondo del banquillo sin miramientos y transmite el mensaje de que le gustaría tener una plantilla más corta, pero al mismo tiempo más sólida.

En la balanza contraria están a ojos de club y entrenador Drew Naymick --jugador más valioso de la jornada de LEB Oro tras sus 35 puntos de valoración ante el Mallorca-- y Lucio Angulo, cuya profesionalidad no deja de asombrar. Sin embargo, la globalidad de un vestuario que no está mezclando bien resta demasiado como para poder acercarse a las posiciones que se le pedían a principios de temporada.