La primera de las dos jornadas de descanso de la 64 Vuelta a España sirvió a los ciclistas para lamerse y curar en la medida de lo posible sus múltiples heridas y magulladuras provocadas por la espeluznante caída, a dos kilómetros de finalizar el periplo de Holanda en la provincia de Drenthe. Algunos como el estadounidense Chris Horner con la muñeca rota o el croata Robert Kiserlovski con la clavícula, lo tienen peor. Saben que la Vuelta´09 se ha acabado para ellos y no podrán continuar.

Tras el inicio en tierras extranjeras, la Vuelta llega a casa en su quinta etapa, que transcurre hoy entre los 174 kilómetros que separan Tarragona y Vinaroz. En ella se espera que el pelotón ruede a altas velocidades, lo que puede deparar un rosario de abandonos o, por el contrario, mostrar que hay menos afectados de los esperados.