Uun aficionado, Angel Macías López, escribía ayer una carta a este diario en la que anunciaba orgulloso que, a las ocho de la tarde de hoy, "cogeré mi bufanda (sí, llevaré la antigua, la del histórico Cáceres CB), caminaré despacito hacia el pabellón y llevaré la ilusión dentro de mí de ganar este partido para luego tomarme una cervecita pensando en que ¡Viva el baloncesto!"

En efecto. Como él, otros muchos tienen similares planes en mente. Tras dos años de sequía baloncestística, retorna este deporte de manera oficial al multiusos. El Cáceres 2016-Ciudad de Palencia (21.00, Multiusos) aparece en el horizonte de inicio del fin de semana como un acontecimiento histórico. Muy por encima de denominaciones variopintas, desapariciones, crisis, retornos o disquisiciones sobre ayudas oficiales o seguimiento mediático, el dato está ahí: se va a producir el regreso a la competición oficial bajo la denominación de la pretendida capitalidad. Y eso es lo que le interesa ahora a la acreditada hinchada del equipo que, se llame como se llame, más satisfacciones ha dado al deporte regional.

No es la ACB. Tampoco la LEB Oro. Pero sigue siendo el Cáceres, recuerdan los nostálgicos, muchos de los cuales estarán hoy en las gradas del multiusos. Y también parecen decir algo positivo las cifras: el club anunció ayer que se ha sobrepasado ya la cifra de 1.200 abonados, una estadística incluso superior a las previsiones más optimistas.

El Cáceres, con la baja de Valdivieso pero con la credibilidad que da una buena pretemporada para el equipo de Fede Pozuelo, entra en escena ante un Ciudad de Palencia en el que llega un viejo conocido: Edward Santana, un jugador muy atlético que estuvo hace muchísimos años en la estructura del club, pero en el que no triunfó.

Por encima de las expectativas de seguimiento, el Cáceres quiere conseguir su primer éxito, entre otras cosas para dar continuidad a la buena dinámica de seguimiento en la que está inmerso en este nuevo proyecto.