Los Golden State Warriors se plantean boicotear al presidente Donald Trump y no asistir al tradicional acto en el que los campeones de la NBA son recibidos en la Casa Blanca. Es del dominio público que la NBA es uno de los espacios en los que la política de Trump tiene menos aceptación.

El base Shaun Livingston ya avisó hace unos meses de que si su equipo ganaba el anillo no irían a la recepción de Trump. Además, en el pasado otros miembros de los campeones se han mostrado muy críticos con el presidente. El mánager, Steve Kerr, calificó en su día a Trump de "antiamericano", y la estrella Stephen Curry fue menos fino cuando lo definió como "un gilipollas".

La recepción en la Casa Blanca a los campeones de la NBA tiene lugar mediada la temporada siguiente a la de la consecución del título, aunque todo indica que en esta ocasión Trump tendrá que guardarse para otro pesebre el té, las pastas y el discurso.