Aschwin Wildeboer confirmó ayer el buen momento de la natación española al lograr la segunda medalla en la piscina de 50 metros en los Mundiales de Roma. Después de la medalla de bronce de Rafa Muñoz, el lunes en la final de los 50 metros mariposa, el nadador, de padres holandeses pero español de nacimiento y formación, logró la misma recompensa en los 100 espalda, la prueba en la que Aschwin había sido el único finalista española (séptimo) en los pasados Juegos Olímpicos.

El espaldista de 23 años, que esta temporada esta entrenando en Dinamarca --donde ha seguido a su padre, Paul, tras ser nombrado éste diretor técnico de la natación danesa--, protagonizó ayer una final de menos a más para tocar tercero la placa de llegada, con un tiempo de 52.64 segundos, a 38 centésimas del japonés Junya Koga (oro) y a 28 del alemán Helge Meeuw (plata).

En otra final del día, Erika Villaécija estuvo muy valiente y rebajó en casi dos segundos el récord español de los 1.500 metros libre. Pero no pudo romper la barrera de los 16 minutos (16.00.25) y eso le costó acabar quinta.