Mañana se reúne la directiva del Barça en Vic. Ha dejado dicho Joan Laporta, el presidente, que en esa cita no se debatirá la fecha de las elecciones, el último gran asunto que preocupa al barcelonismo después de la renovación "de palabra" de Pep Guardiola para la próxima temporada. Al técnico tiene que consultarle esa decisión para que no altere al equipo, pero si hace caso a lo que quiere la plantilla, Laporta debería aplazar el proceso electoral hasta final de temporada.

"Para la tranquilidad del grupo, y dependiendo de lo que nos estemos jugando, quizá mejor aplazar las elecciones hasta el final", aseguró ayer Xavi, el segundo capitán azulgrana, sumándose así a la opinión expresada también por Iniesta, otra de las referencias del equpo. "Igual estaría bien cuando acaben todas las competiciones", insistió Xavi, aunque luego recordó que "eso es un tema de la junta y el presidente. Nosotros tenemos que estar al margen de todo esto". Mientras Guardiola mantiene silencio, los jugadores sí se pronuncian, asumiendo además el riesgo de una larga campaña que podría erosionar la buena trayectoria que lleva el equipo.