Periodista

El entrenador del Cacereño, Ismael Díaz, ha dicho en más de una ocasión que algunos medios de comunicación hemos pedido su cese a lo largo de esta liga. Eso no es cierto... hasta hoy. Hoy voy a hacerlo yo, desde esta modesta tribuna de lunes.

No tengo nada en contra, ni creo que nadie pueda tenerlo en Cáceres, de este asturiano que durante mucho tiempo ha sido correctísimo con los periodistas, con la gente del club y con los propios aficionados, hasta hace unos meses, en los que ha empezado a desbarrar, a ver fantasmas donde no los hay y a no querer asumir responsabilidades.

No quiero entrar siquiera en si se ha equivocado o no a la hora de hacer el equipo y los fichajes de invierno --los números eliminan el debate-- pero es evidente que el clima que ha creado a su alrededor --y muchos aseguran que en el propio vestuario-- está totalmente viciado. La afición, a la vista del plebiscito de ayer, no le quiere. No creo que sea bueno que Félix Campo intente arreglarlo con él, alguien desquiciado para su causa. Ismael: tú que dices que no te gusta estar donde no te quieren, vete. Félix: si quieres esperanza, destitúyele antes de que sea tarde.