Apenas quedan unos 200 en uno de los fondos del estadio Balaídos. Su ideología es nacionalista gallega. El elevado precio de las entradas para una grada sin apenas visibilidad y el escaso eco que obtienen entre las nuevas generaciones de vigueses ha dejado en la mínima expresión a este grupo radicales que, eso sí, agitó Galicia a principios de los años 90. Son un grupo, en definitiva, en franco decaimiento en relación a otros que conservan su status.