Todo el mundo sabe que Valentino Rossi ha firmado ya para las dos próximas temporadas con Ducati, que hace semanas anunció que Casey Stoner se iba a Honda y no seguiría con ellos. Por eso, la tensión que se vive en el seno del equipo japonés, donde consideran que Rossi no está teniendo un comportamiento demasiado limpio. Ha llegado, incluso, a forzar a la fábrica campeona a tomar una polémica, pero lógica, decisión: el 16 de agosto, el día después del Gran Premio de Brno, carrera con la que el Mundial regresa de sus vacaciones, Yamaha solo pondrá a disposición de Jorge Lorenzo el modelo del 2011. No quiere que el campeonísimo italiano, que lleva siete años con ellos, se lleve información privilegiada y secreta de la moto.