Periodista

Conozco a Juan Francisco Luis desde hace mucho tiempo, ya desde que era presidente vecinal de Los Castellanos. Era uno de los más beligerantes dirigentes, aunque clamaba, casi siempre, en el desierto. Ahora se hace cargo de un club en el que sus responsables, sobre todo en los últimos años, bien saben lo que es clamar, reclamar y pedir hasta la saciedad, sin recibir las respuestas que pretendían. Juan Francisco, una especie de yuppie rojo, un soñador de los de antes, tiene una misión difícil. Aquí no hay comunas, hay intereses.