REAL MADRID 1: Casillas; Míchel Salgado, Mejía, Helguera, Raúl Bravo; Beckham, Guti (Borja, m.92); Figo, Zidane, Solari (Cambiasso, m.90); y Raúl.

BAYERN MUNICH 0: Kahn; Sagnol (Salihamidzic, m.66), Kuffour, Kovac, Lizarazu; Hargreaves (Schweinsteiger, m.46), Ballack, Demichelis, Ze Roberto; Pizarro (Santa Cruz, m.68) y Makaay.

GOL: 1-0, m.32: Zidane.

ARBITRO: Urs Meier (SUI). Mostró tarjeta amarilla a Ze Roberto (m.14), Míchel Salgado (m.15) y Lizarazu (m.69).

INCIDENCIAS: Asistió el rey Juan Carlos.

El Real Madrid superó su primera reválida importante de la temporada en la Liga de Campeones, la competición en la que ha cimentado su prestigio, y lo hizo con una trabajada victoria ante el Bayern Múnich (1-0) que le clasifica para los cuartos de final del torneo.

El lastre de las ausencias de Ronaldo y Roberto Carlos, y la rémora del maltrecho tobillo izquierdo de Raúl, lo contrarrestó el Real Madrid con buen trabajo colectivo, concentración, orgullo y un gol de Zinedine Zidane.

SUFRIMIENTO Derrotado en los despachos de la UEFA, que impuso dos partidos de suspensión a Roberto Carlos, el Real Madrid afrontó herido el segundo asalto de la eliminatoria y alcanzó su objetivo de ganar la batalla al Bayern en el césped.

Le sirvió de mucho el ambiente de un estadio abarrotado por cerca de 80.000 aficionados ansiosos de ver doblar la rodilla al poderoso enemigo alemán.

Los duelos Real Madrid-Bayern en el Bernabéu, muy habituales en los últimos tiempos, producen una importante subida de la tasa de adrenalina de la afición madridista, fría por naturaleza, y también en sus jugadores. La rivalidad es grande y viene de lejos, y eso se nota.

Mantener su portería a cero le bastaba el Real Madrid para seguir adelante y esta vez, como dictaba la lógica, no se lanzó a un ataque desenfrenado cuando el árbitro pito el inicio del duelo. Le tocaba arriesgar más al Bayern. Pero el equipo de Ottmar Hitzfeld no lo hizo y mostró las carencias que le tienen sumido en una crisis importante desde el comienzo de temporada. Michael Ballack, el jugador llamado a tomar el relevo de Stefan Effenberg como conductor del juego del Bayern, volvió a fallar.

DUDAS Juega andando, a cámara lenta y con aparente desgana, y el equipo bávaro, sobrado de fuerza física, se queda sin ideas y sin armas para doblegar a su adversario. La brega de Ze Roberto mantuvo de pie en el primer tiempo a un Bayern muy agazapado, a la espera de un golpe aislado de Roy Makaay.El Real Madrid, sin hacer un juego brillante, marcó el ritmo, bien conducido por Guti, y con Zidane deleitando a la afición blanca con un repertorio inacabable de controles imposibles.El francés, que jugó más adelantado que nunca, como segundo delantero por detrás de Raúl, marcó el primer gol del equipo de Carlos Queiroz en el minuto 32. Lo firmó a puerta vacía tras un pase de cabeza de Míchel Salgado, que sacó oro de una jugada que parecía intrascendente.CON TIMIDEZ Sólo al filo del descanso el Bayern puso en apuros a Casillas, primero con un tiro de Ze Roberto y luego con otro de Makaay. El portero, de nuevo excepcional, respondió a ambos con espectaculares paradas. Míchel Salgado salvó bajo los palos un tiro del peruano Pizarro en la última jugada de la primera mitad. Fueron tres latigazos en cadena de un Bayern hasta entonces dormido.En el segundo acto fue más ambicioso, porque no le quedaba otro remedio para seguir con vida, y confirmó que siempre vende caras las derrotas. Presionó más al equipo blanco y el Real Madrid pasó de dominador a dominado.El Bayern de adueñó del balón, pero no encontró la manera de romper la muralla madridista. Le falta talento, precisamente lo que le sobra al equipo blanco. Y fue el Real Madrid el que tuvo las mejores opciones de marcar en el segundo tiempo. Zidane desperdició una excelente en el minuto 60, Beckham estrelló un lanzamiento de falta en el lateral de la red de la portería de Kahn (m.69) y Solari también rondó el gol con un disparo cruzado (m.76). Pero la mejor la tuvo Guti, que perdió un mano a mano con Kahn en el minuto 83 cuando todo el estadio cantaba gol. El alemán es un gran portero, pese al fallo que valió el gol de Roberto Carlos en la ida, y volvió a demostrarlo.El solo, sin embargo, no pudo ganarle al Real Madrid. Dijo que intentaría hacerlo para enmendar su error garrafal de hace dos semanas, pero era imposible. Y lo sabía.El partido concluyó tras un amago de pelea colectiva entre los jugadores y con el público del Bernabéu enardecido por el triunfo de los suyos. Dejar en la cuneta al Bayern no es cualquier cosa.