PORTUGAL: Ricardo; Miguel (Paulo Ferreira, m.62), Ricardo Carvalho, Meira, Nuno Valente; Figo, Costinha (Postiga, m.75), Maniche, Deco, Cristiano Ronaldo; Pauleta (Simao, m.68).

FRANCIA: Barthez; Sagnol, Thuram, Gallas, Abidal; Vieira, Makelele; Ribery (Govou, m.72), Zidane, Malouda (Wiltord, m.69); Henry (Saha, m.85)

GOL: 0-1, m.33: Zidane, de penalti.

ARBITRO: El uruguayo Jorge Larrionda. Amonestó a Carvalho y Saha. Ni uno ni otro podrán jugar el último partido del Mundial.

INCIDENCIAS: Excelente ambiente y explosión de júbilo final de los franceses.

Un gol de penalti de Zinedine Zidane clasificó ayer a Francia para la final del Mundial de Alemania contra Italia, con un triunfo por 1-0 sobre Portugal.

El resultado, justo y trabajado aunque sin mucho brillo, dejó a Francia a las puertas del segundo título de su historia y acabó con un invicto de doce partidos que Luiz Felipe Scolari arrastraba desde el Mundial de 2002 como técnico de Brasil.

Scolari ganó siete partidos hasta conquistar el mundial de hace cuatro años y en 2006 había avanzado, sin perder, cinco partidos con Portugal.

La selección lusitana que no perdía hace 17 partidos, desde que cayó en la final de la Eurocopa 2004 contra Grecia, podrá refrendar, el próximo sábado en Stuttgart, la mejor página de su historia al dirimir con los anfitriones alemanes el tercer puesto del Mundial.

El gol de la victoria salió a los 33 minutos al convertir Zidane un penalti cometido por Ricardo Carvalho a Thierry Henry. Zidane ejecutó el lanzamiento cerrado al ángulo derecho de Ricardo, pese a su acertada estirada.

Ricardo, el guardameta lusitano, pasaba inadvertido en el partido hasta que a los 33 minutos perdió el pulso con Zidane en la jugada de los doce pasos.

Francia, fiel a su esquema con cuatro en el fondo, apostó tres en la mitad en rol de contención, debido a que Florent Molouda resignó sus continuos desenganches al ataque para ayudar a Makelele y Patrick Vieira.

Salvo algunas escaramuzas iniciales, los de Domenech se las arreglaron sin problemas para aislar a Deco, de gran movilidad en los primeros minutos, y frenar a Cristiano Ronaldo, quien se mostró brioso en sus desbordes por las bandas, a pesar de los rabiosos abucheos que escuchó de los hinchas franceses cada vez que tomaba el balón.

A los dos minutos Henry recibió un pase en profundidad, ganó la espalda de Miguel y remató desviado a la puerta. A los cinco, Portugal replicó con un remate de Deco de pierna derecha que Barthez desvía.

Una jugada de Cristiano Ronaldo dejó a los diez minutos el balón a Maniche, que remató por encima del larguero.

Pasados 25 minutos, Portugal se perdió en la intrascendencia y con el crecimiento de la sombra de Zidane y Henry. Las buenas intenciones de Ronaldo, Deco, Maniche y Figo murieron y con ello el sueño portugués.